Jamás he conocido personalmente a un hacker o a un programador que dedique sus noches y frías madrugadas a escribir líneas de código “maligno”, que podrían o no convertirse eventualmente en la creación de virus, gusanos y otros bichos cibernéticos. Sin embargo, siempre he imaginado que, como en el reciente caso del creador del gusano Sasser, el hacker ideal debe ser un adolescente o un adulto joven (veintitantos años), muy ambicioso y dominado por una vocación férrea de alcanzar una fama instantánea que durará, quizá, unas cuantas semanas… o tanto como demore la posible solución.
-
Afortunadamente, tampoco he sido hasta ahora víctima de un virus o un gusano, y me gusta pensar que ello se debe en parte a que no abro archivos adjuntos en mis correos electrónicos a la ligera y a que procuro mantener actualizado el programa antivirus que utilice en ese momento, a pesar de que su costo se ha elevado considerablemente, obligándome a pagar cada año una cuota por renovación. Quizá por eso es que un segmento considerable de usuarios de PCS no actualizan sus programas antivirus una vez que termina el periodo de prueba del paquete demo incluido en equipos nuevos.
-
El costo de un programa antivirus es variable. Symantec, por ejemplo, ofrece su Norton Antivirus 2004 en su tienda en línea (
-
Norton es la opción más costosa; McAfee (
-
Para los usuarios de Prodigy existe una tercera opción: PC-cillin de Trend Micro (
-
Al margen de ello, en ambos casos hay que insistir en que es responsabilidad del usuario mantener actualizado el programa, descargando de manera regular actualizaciones y parches para el software, que le permitan enfrentar las amenazas cibernéticas más recientes. De otra manera, el antivirus se convierte en una pieza de software inútil, que ocupa espacio y recursos del sistema sin poder cumplir su propósito.
-
*Periodista especializado en temas de tecnologías de información. Comentarios: