La apertura fronteriza, condenada al fra

Ante un nuevo intento de los gobiernos de México y Estados Unidos por dar cumplimiento al Tratado de Libre Comercio, con la apertura fronteriza para el autotransporte, Refugio Muñoz López, director general de la Canacar, se muestra escéptico del éxito del programa, por realizarse en las mismas condiciones en las que otros proyectos han fracasado.

¿Qué perspectivas se tienen para este nuevo programa?

Pensamos que está condenado al fracaso. Primero, porque se tiene la percepción por parte del gobierno de que el transfer (camión que realiza el intercambio de remolques en la frontera) es la causa de las ineficiencias, y no la falta de infraestructura para realizar los cruces de forma ágil.

¿Quiénes ganan con este programa?

Fue la Secretaría de Economía, que encontró el pretexto para terminar con las sanciones impuestas a Estados Unidos, beneficiando así a los productores de aquel país, que desde 2009 tenían aranceles a 99 productos de diversos ramos.

¿Qué opciones existen para participar en el mercado estadounidense?

Tal y como ya lo hacen las empresas de EU que tienen presencia en México, a través de firmas de logísticas, mensajería o inversiones neutras o directas, las nacionales deberán seguir la misma ruta.

Con procesos electorales en puerta para ambos países, ¿hay certeza para después de 18 meses obtener la autorización para ingresar definitivamente a ese territorio a través de este nuevo programa?

No la hay, y eso se manifiesta porque, hasta la fecha, en la cámara no hemos recibido a empresas que hayan manifestado su interés en participar bajo las condiciones actuales. Aun si las hubiera, no será suficiente para atender los más de siete millones de cruces anuales que se realizan por el esquema actual de autotransporte.