La fiesta de don Julio

Un tequila llamado deseo.

Julio González nunca ha tomado tequila, ni siquiera el que lleva su nombre. Eso sí, utiliza su olfato y una probadita con la punta de la lengua para certificar la calidad de cada uno de los lotes producidos por su compañía, que se resiste a elaborar altos volúmenes (el total de la firma, que también hace el Tres Magueyes, anda en dos millones de litros anuales, de los 145 millones que produce la industria).

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El empresario está en campaña de promoción de su Don Julio 1942 –un tequila con tres años de añejamiento a más de $990 pesos la botella– que se lanza para festejar el 60 aniversario de la compañía que él fundó cuando tenía 17 años, con $20,000 pesos prestados.

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La marca Don Julio nació en 1987 cuando sus nueve hijos la registraron como un homenaje a su padre, aprovechando las reservas de tequila que él guardaba para sus regalos personales. Francisco González, presidente de la empresa, cuenta que siempre se quiso que este tequila fuera “más deseado que encontrado”. Y agrega Julio: “El primer producto caro y de buena calidad fue el de nosotros. Nomás vieron que el nuestro estaba siendo buscado y empezaron a salir los dones de otras empresas.”

Ahora el sello es distribuido en Estados Unidos por el gigante Diageo –desde que éste adquirió Seagram, accionista de Don Julio–, aunque el dirigente del corporativo asegura que esto no los obligará a aumentar el volumen de producción.