La fortuna es un montón de arena...

Esteban Almeida era un importante ganadero de Chihuahua que empezó a fabricar ladrillos para la construcción de sus ranchos. En el sexenio de Luis Echeverría, sus tierras fueron expropiadas y tuvo que buscarse otro modus vivendi.

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Gracias a la experiencia adquirida en la elaboración de tabiques, tanto él como su hijo Óscar se interesaron en la fabricación de materiales para construcción, y  en mayo de 1979 nació Internacional de Cerámica, una compañía dedicada principalmente a la producción de loseta.

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En 1982 la estafeta pasó a Víctor Almeida, nieto del fundador, quien asumió la dirección general de la firma. A su cargo, ésta comenzó a cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores y la Bolsa de Nueva York, y estableció una alianza con Custom Building Products, uno de los fabricantes del ramo más importantes en Estados Unidos.

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Para principios de los 90, con sólo cinco líneas de producto, Interceramic ya gozaba de buen nombre en la industria.

Sin embargo, durante la segunda mitad de la década pasada la organización debió hacer frente a la devaluación de 1994 y aún sufre algunas de sus secuelas.

Recientemente, obtuvo créditos por $100 millones de dólares para refinanciar su deuda de corto plazo e inyectar recursos frescos, con lo que apuesta a que 2003 sea un año más sólido. Ojalá el viento esta vez sea más benigno.