¿Cuándo sabe bien un martini? Si lo tomamos en el centro de un edificio comercial del sueño modernista, entre dos grandes avenidas de la ciudad de Guadalajara, parece imposible responder la pregunta. Pero la vida se nutre de sorpresas y el Bar Américas se convirtió en una de ellas.
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Desde el arte contemporáneo Patrick Charpenel, curador, y Jóse Noé Suro, coleccionista, decidieron armar una burbuja para rescatar a los sobrevivientes de la ciudad tapatía. El lugar tiene la rara característica de tener la mayor densidad y calidad de arte contemporáneo de cualquier bar de México. Es interesante que no lo podamos pensar como un proyecto terminado, porque conforme pasa el tiempo y existen más creadores en la urbe, nuevas obras son comisionadas o adquiridas por los dueños del espacio.
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Desde el ventanal de ingreso, cubierto con una obra adherible de Fernando Palomar, se observa un muro de principio a fin con la obra de Liam Gillick, piezas de Thomas Hirschhorn, Atelier van Lieshout, Jorge Pardo, Eduardo Abaroa, Liz Craft, Eduardo Sarabia, Eric Wesley, lámparas del Taller de Cerámica Suro, entre otras. Digamos que hasta los cerillos del bar son creación del artista Philippe Parreno. La buena compañía (amigos/arte) viene junto con platos frescos como spring-rolls fríos con menta, espárragos y hamburguesas de hongos portobello. No es descubrir el hilo negro, pero sí sentarse a disfrutar algo de estilo.
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Un buen pub posmoderno que no te pide ninguna conducta social (a pesar de los buenos DJS invitados), sino sólo disfrutar.
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Bar Américas
Av. de las Américas 178 PB,
Guadalajara, Jalisco.
Sin reservación.