¿Ávido de experiencias auditivas exóticas? Si no dispone del tiempo suficiente para volar al otro lado del mundo para darse gusto, préstele atención a estas tres grabaciones de world music aparecidas recientemente: Nomad soul (Palm Pictures), del senegalés Baaba Maal; Diwân (Barclay), del algeriano Rachid Taha, y Black rock (Real world), del armenio Djivan Gasparyan en colaboración con el canadiense Michael Brook.
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Aunque menos conocido que Youssou N’Dour, Maal comparte con su paisano el justo equilibrio entre lo tradicional y lo experimental. Su música es un prodigio de versatilidad rítmica. Taha, por su parte, es sin duda la gran promesa de la música raï, tan apreciada no sólo en Algeria, sino en metrópolis como París, tan interrelacionadas con el mundo árabe. Gasparyan es el músico en activo más importante de Armenia.
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En las tres grabaciones resplandecen los sonidos de instrumentos poco escuchados por estos lares. Gasparyan es un virtuoso del duduk, una especie de oboe; en el disco de Maal destaca la kora, un instrumento de cuerdas, y la tama, uno percusivo; mientras que en el de Taha hay que prestarle atención al oud, un instrumento de cuerdas. Buen viaje.
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