Lecciones para conservar la piel

Tras varias incursiones fallidas en el mundo de los negocios, esta tapatía encontró su desarrollo

Si como rejoneadora María Elena Barba demostró en sus años mozos ser - dueña de una gran valentía para enfrentarse a los toros bravos, como mujer de - negocios tampoco le ha faltado ese carácter para sortear las adversidades y - colocar a Alto Diseño en Piel como una de las empresas marroquineras líderes - de Jalisco.

- Sin siquiera haber concluido la preparatoria, esta tapatía ingresó al - mundo de los negocios con apenas 17 años de edad. En ese entonces, con el - apoyo familiar fundó, junto con su prometido, una fábrica de calcetines en la - Ciudad de México. Pequitas Textil nació con suerte y, de ser la dote del - joven matrimonio, se convertiría en una próspera industria con más de 250 - empleados. Sin embargo, Barba tuvo que renunciar a ella cuando se divorció de - su marido.

- Sin capital alguno, y sólo con la ilusión de empezar de nuevo, esta - tapatía persistente decidió asociarse con unos jóvenes que vendían hot-dogs - al clásico estilo del carrito callejero. Cuando Dogos Meño’s, la empresa - que conformaron, iba viento en popa –llegó a vender la nada despreciable - cantidad de 1,000 perros calientes diarios–, les reclamaron el terreno donde - estaba instalada, lo que obligó a disolver la sociedad.

- Pero este segundo fracaso no hizo mella en su espíritu emprendedor. Fue - entonces cuando decidió poner en marcha una fábrica de bolsas para dama. Como - no conocía nada del negocio, contrató a un jefe de producción y, con su - apoyo y el de tres trabajadores, en 1990 arrancó Alto Diseño en Piel, - convirtiéndose en la primera mujer que incursionaba en el ramo de la - marroquinería en Jalisco.

- - CON UNA AYUDITA DE... GURRÍA
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El gran problema de la incipiente empresaria era que, aunque su negocio era - viable, no tenía el aval para conseguir créditos. Pero Barba supo - solucionarlo: en una ocasión que José Ángel Gurría, por aquel entonces - director general del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), estuvo en - la capital jalisciense para reunirse con los industriales locales, la - empresaria aprovechó la visita del actual secretario de Hacienda para - plantearle su problemática y solicitarle su apoyo. Su intrepidez llamó la - atención de Gurría, quien de inmediato ordenó al director regional de - Bancomext que se encargara de su asunto. “No me hice muchas ilusiones –recuerda–. - Sin embargo, para mi sorpresa esa misma tarde el director regional de Bancomext - se presentó en la fábrica. Nos dio una Tarjeta Exporta y el aval para - un crédito por $500,000 dólares.”

- Con los recursos obtenidos, pudo comprar maquinaria, hacer inversiones y - realizar viajes por el extranjero para actualizarse en diseño. El crecimiento - de la fábrica no se hizo esperar y, al tiempo que cada año duplicaba la - producción, las ventas aumentaron en la misma proporción. La facturación - llegó a $1 millón de dólares. Para entonces, gracias a su calidad y diseño, - los productos que fabricaba bajo la marca Red Goose se habían - posicionado muy bien en los grandes almacenes del país como Sears y Liverpool - y, además, la empresa empezó a exportar a Estados Unidos, Brasil, Ecuador, - Honduras y Costa Rica.

- Todo iba de maravilla. Las ventas crecían y Barba se había ganado el - respeto de sus compañeros del gremio marroquinero. Entonces sobrevino lo que - ella llama “la broma de Carlitos”, es decir, la crisis económica - inmediatamente posterior al sexenio de Carlos Salinas de Gortari. “Fue - terrible, porque las cadenas de tiendas suspendieron sus compras y las ventas - cayeron una tercera parte”.

- Para desahogar la gran cantidad de bolsas que estaban en proceso de - producción destinadas a los almacenes nacionales, Barba no tuvo más remedio - que conformarse con el 10% de aumento en los precios que ofrecían las tiendas - departamentales. El inconveniente era que ese incremento no cubría, ni de - lejos, los costos de sus insumos que, como se cotizaban en dólares, se habían - duplicado.

- Por si fuera poco, aconsejada por Bancomext, había contraído créditos en - billetes verdes para crecer la planta productiva de cara a la exportación. Al - presentarse la devaluación, la deuda bancaria se triplicó de inmediato.

- A punto de la quiebra, Bancomext volvió a salir a su rescate. El banco de - desarrollo le envío al director del Centro de Diseño de Negocios, quien le - recomendó las estrategias a seguir para disminuir los costos, pagar todo lo - que debía y sacar el negocio adelante. Siguiendo sus consejos, modificó la - estructura productiva de la empresa y la adaptó a un esquema similar al - desarrollado por la multinacional italiana Benetton.

- En lugar de tener reunidos a todos los trabajadores en una sola fábrica, se - conformaron pequeños equipos de trabajo de seis o siete personas distribuidos - en pequeños talleres. Con este esquema, en la planta central se elaboran los - diseños, se cortan las pieles y se encomiendan las tareas a los demás - talleres para que, una vez concluidas, regresen el producto terminado a la - fábrica madre, donde pasa a control de calidad y etiquetado para finalmente - ser depositadas en el almacén. “Las ventajas del esquema de Benetton es que - la gente trabaja mejor en pequeños grupos. Además, es más fácil manejar los - procesos y tener un mayor control de calidad”, explica.

- Con la tranquilidad de haber liquidado todos sus pasivos –ahora sólo - trabaja sustentada en sus propios recursos–, Alto Diseño en Piel, junto con - otras nueve firmas mexicanas, fue seleccionada por la Unión Europea (UE) para - participar en un programa de desarrollo de marroquinería. Gracias a esa beca - de $500,000 dólares, recibió asistencia por parte de expertos españoles e - italianos en producción, diseño y comercialización. “Fue como cursar una - maestría de dos años”, comenta.

- Aparte de esa beca, se vio favorecida con un programa de CBI, un centro que - desde 1971 opera en Holanda con el fin de promover las exportaciones hacia la - UE de las pequeñas y medianas empresas afincadas en países en vías de - desarrollo. En el programa, explica, nada más participaron tres marroquineros - mexicanos, que recibieron el beneficio de asistencia técnica, viajes y, como - conclusión, tuvieron oportunidad de vender sus productos en una exposición de - Alemania. “Llegamos con diseños y muy buenos productos, pero todavía no - teníamos precios lo suficientemente bajos como para competir con los productos - italianos”, reconoce.

- ¿Por qué tanto interés por parte de los europeos en desarrollar el sector - marroquinero mexicano? “Ellos, y en particular los italianos, están muy - interesados en que mejoremos nuestros procesos para venir a maquilar aquí y - vender a Estados Unidos y América Latina”, responde la ahora líder de los - 60 marroquineros que hay en la zona metropolitana de Guadalajara.

- - LA INTEGRACIÓN VERTICAL
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Si bien los productos de Barba tienen calidad y diseño competitivos –cada - seis meses renueva su colección con alrededor de 60 modelos diferentes de - bolsas, carteras, monederos, cinturones y portafolios–, la empresa no ha - podido lanzarse de lleno a la exportación por la falta de una proveeduría - adecuada. La empresaria se queja de que los curtidores nacionales no han - conseguido dar a las pieles los requerimientos que piden los mercados - internacionales, sobre todo los europeos que, en un afán ecologista, exigen - que los cueros sean curtidos con ingredientes vegetales y no con los - contaminantes productos químicos.

- Bancomext ha buscado corregir el problema de la proveeduría para que los - marroquineros puedan exportar, pero la inquieta empresaria optó por tomar su - propio camino. Hace más de un año empezó a importar los cueros de Estados - Unidos para curtirlos por su propia cuenta con procedimientos vegetalizados. - “Aunque perdimos mucho dinero en el aprendizaje, hemos llegado a un punto en - el que, con nuestras propias pieles, vamos a salir a exportar con 30% de ahorro - en el costo y, además, con una calidad estable”. Y para terminar de reirse - de los incrédulos que alguna vez se mofaron de su proyecto, piensa aprovechar - la tecnología que ha adquirido para convertirse en proveedora del sector.

- Por lo pronto, con una planta laboral de 60 trabajadores, Alto Diseño en - Piel fabrica 3,000 bolsas al mes, 15% de las cuales embarca a Esta-dos Unidos, - Panamá y Costa Rica. Ahora está esperando entrar al mercado europeo, y dado - que tiene en puerta firmar un contrato con los afamados almacenes Dillard’s, - Barba estima que en muy poco tiempo podría estar exportando 50% de la - producción. Por ello, también sería necesario incrementar cuando menos 30% - su línea de productos para no desatender el mercado nacional. De este modo su - firma volvería a tener el mismo nivel de facturación que antes de la crisis.

- Pero ahí no acaban sus ambiciosos planes de crecimiento. Hace año y medio - instaló en sociedad un taller donde procesa cuero para etiquetas impresas, el - cual también elaborará sofisticados trabajos en impresiones con serigrafía. - El negocio apenas está en su punto de equilibrio, aunque confía que, en uno o - dos años, va a ser “punta de desarrollo”. Y ya que ha entrado de lleno a - la integración vertical, no descarta que en un futuro pueda lanzarse a montar - una fábrica de herrajes que, de momento, importa de Italia.

- ¿Hasta dónde llegará la ambición de esta mujer? Según dice, a ella no - le mueve el dinero, sino el gusto por el oficio. Una de sus metas pendientes es - irse a vivir a una comunidad para enseñar marroquinería.