Licor con aroma de mujer

Dos empresarias sobreviven de la exportación mientras los mexicanos reconocen un sabor muy nacional

De la aridez de la tierra del norte de Guanajuato, dos mujeres obtienen la -materia prima para fabricar un producto con el que buscan un lugar en el selecto -mercado de las bebidas alcohólicas: un licor de tuna.

- A siete años de haber creado la fórmula, Alicia Vértiz y Gloria Martínez, -socias de la empresa Bodegas Hacienda La Jaula, enfrentan el reto de hacer -rentable un negocio que debe pagar impuestos equivalentes a 50% del precio -final.

- Además, la venta de bebidas depende de que los consumidores la conozcan y -financiar un plan de difusión masivo está, por el momento, fuera del alcance -de la empresa. “Hasta ahora hemos sobrevivido de la exportación”.

- La firma, que además de licor produce aguardiente de tuna reposado similar -al tequila, encontró primero un nicho de mercado en Canadá, Alemania y Suiza, -a los que anualmente La Jaula exporta 1,000 botellas de 750 ml.

- A nivel nacional, la empresa distribuye 2,400 botellas a un precio de $200 -pesos la unidad. Sin embargo, si se compara con la venta al exterior, las -utilidades por botella se reducen a la mitad por los impuestos.

- El catador Guido Agostoni, sin relación con la empresa, cree que este licor, -a diferencia de otros, tiene la ligereza justa que deja una sensación agradable -al paladar.

- Gerardo Herrera, consultor en nuevos negocios, recomienda a la empresa buscar -la forma de darle arraigo nacional a esta bebida.

- El licor se llama Cópil, igual que el sobrino del dios Huitzilopoztli, que -según la mitología mexica, después de sacrificado, su corazón fue lanzado a -un lago que posteriormente vio nacer el nopal de tunas rojas donde se posó un -águila con una serpiente en el pico. Esta fue la señal de que ahí debía -fundarse Tenochtitlán.

- “Quizá el éxito les toque a nuestros hijos, pero habrá valido la pena el -esfuerzo”, dice Gloria Martínez.