La crisis está llevando a diferentes sectores nacionales a buscar nuevas vías políticas para tratar de encontrar respuestas a la cada día más compleja situación que vive el país. Los actuales partidos de oposición no parecen ser la alternativa; están preocupados exclusivamente por la lucha electoral y por resolver sus pugnas internas y se han olvidado de hacer propuestas y buscar consensos para salir de la crisis.
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El abandono de los compromisos sociales del PRI y del gobierno, así como la tremenda corrupción, han dejado un vacío que no ha sabido llenar la oposición. El PAN ha capitalizado electoralmente el desprestigio del sistema y la división de la izquierda, pero no representa una alternativa de gobierno para gran parte de la población. Así, desde hace varios meses, se viene hablando de la necesidad de integrar un gran frente nacional que llene el actual vacío político.
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En México, igual que en otros países, las ideologías están volviendo a renacer y a discutirse; algunos prefieren no comprometerse y hablan de una fuerza de centro, capaz de convocar alrededor de la democracia y legalidad a la mayoría de los mexicanos; sin embargo, para otros, el proyecto nacional debe comprometerse a buscar condiciones que garanticen niveles mínimos de bienestar para toda la población.
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Los conceptos derecha e izquierda han vuelto a estar presentes en la discusión, volviendo a crear confusión entre muchos sectores nacionales. Una reciente encuesta realizada por la revista Voz y Voto lo confirma: a la pregunta ¿Qué es la izquierda? contestan, la oposición (31%), lo que no está bien (7%), comunismo (6%), proletarios, pueblo (5%), violencia (4%), PRD (4%).
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A la pregunta ¿Qué es la derecha?, responden, el PRI, el gobierno, los que nos gobiernan (30%), lo bueno, lo que va a favor del país, conforme a la ley (17%), el PRI y el PAN (4%).
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Se pregunta ¿Usted cómo se clasifica?: de derecha (30%), de izquierda (20%), de centro (29%).
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Como se puede observar, la confusión es grande: para muchos, tanto el PAN como el PRD son de izquierda; para otros, el PRD es derecha porque lucha por cosas buenas para el país" para algunos, la izquierda está mal por principio.
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La respuesta de los que se consideran de centro es muy alta. Sin embargo, ¿qué quiere decir ser centro? ¿con relación a qué o a quién? ¿dónde está el centro en México? ¿entre el PAN y el PRI, o entre el PRI y el PRD? El fracaso del neoliberalismo y el derrumbe del comunismo están llevando a los políticos a no comprometerse, a tratar de crear una imagen al gusto del electorado. De ahí el surgimiento del centro.
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En México, los pensamientos de derecha e izquierda -conservadores / liberales- siempre han existido: el PAN siempre a la derecha, comprometido con la democracia, la libertad y la legalidad, pero ajeno a las demandas y a los movimientos sociales; el PRI, hasta hace algunos años un partido de izquierda moderada, comprometido con un programa social que buscaba condiciones mínimas de igualdad y bienestar, pero alejado de prácticas democráticas y opuesto a la alternancia del poder; los partidos de izquierda radical con una propuesta socialista, alejados de cualquier compromiso democrático.
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En los últimos años, el panorama político ha cambiado: los gobiernos priístas se han ido a la derecha, el PAN ha adquirido mayor compromiso social y la izquierda ha adoptado un discurso democrático. Los cambios no son totalmente creíbles: nadie le cree al PRI su compromiso con la democracia, asusta el conservadurismo de los panistas y la izquierda no logra alejarse de los radicalismos.
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En los próximos años, la población exigirá mayor precisión de los partidos y de los políticos; ya no será suficiente estar en contra del PRI y del gobierno, o ser de centro, para ganar electoralmente. Poco a poco dejaremos atrás los temas de democracia y legalidad, para pasar a analizar a fondo los compromisos de los partidos con la igualdad social y el desarrollo nacional. La apertura política y el respeto al voto nos darán, por primera vez en nuestra historia, la posibilidad de definir el futuro nacional, a través de los partidos políticos.
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El autor es miembro del Grupo San Ángel y articulista del periódico La Jornada.