Los pequeños crecen con Creces

Harto de tan mala fama, el gobierno quiere ganarse la confianza de los empresarios ofreciéndoles se

La planeación estratégica es la medicina que muchas empresas necesitan - para curarse de su excesiva visión a corto plazo. El problema es que, en - México, sólo las grandes pueden pagar este tipo de servicios. La red de - Centros Regionales para la Competitividad Empresarial (Crece), compuesta por un - ejército de consultores, fue puesta en acción para tratar de entrar en los - negocios y empresas más pequeños del país y cambiar su modus operandi.

- Entre marzo y diciembre de 1997 se instalaron 32 Creces, uno en cada estado - del país. Este programa sienta un precedente único en México ya que trabaja - con un modelo mixto de responsabilidad compartida. El gobierno federal, por - conducto de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (Secofi), aporta - los recursos, y el sector privado, a través del Consejo Coordinador - Empresarial (CCE), asume la responsabilidad de su administración. Crece cuenta - también con el visto bueno de la Asociación Mexicana de Banqueros, que da - facilidades de crédito a aquellas empresas que culminen exitosamente el - diagnóstico.

- Sin importar el rubro al que se dedique, cualquier empresa –trátese de un - restaurante, un taller, un negocio casero o hasta una escuela– puede recibir - apoyo. El único requisito es “comprometerse a fondo para lograr resultados y - hacer un ejercicio de humildad para reconocer los errores”.

- Decio de Maria, subsecretario de Promoción de la Industria y el Comercio - Exterior de la Secofi, asegura que los Creces ya tienen capacidad para atender - a más de 7,000 empresas por año.

- En algunos estados, principalmente en el norte, hay una afluencia importante - a dichos centros, pero en otros –como Oaxaca, Chiapas y Campeche– el - programa ha pasado bastante desapercibido.

- En general, los empresarios no se sienten motivados a participar en - proyectos gubernamentales. Emilio de Juambelz Aldasoro, director ejecutivo de - Saroma, empresa productora de jugos y concentrados, con 150 empleados, asegura - que su carrera “había sido de vanidad y desconfianza hacia el gobierno”. A - insistencia de un amigo, aceptó abrir su empresa a los consultores del Crece - del Estado de México quienes, después de tres meses, le entregaron un - diagnóstico que le abrió los ojos. “Me presentaron información de mi - empresa que desconocía. Siempre es bueno que alguien del exterior venga a ver - lo que pasa”, dice.

- Pero no todos se convencen tan rápidamente de entrar a un Crece. La - mayoría de los que llegan a estos centros se retiran porque no encuentran lo - que buscan (generalmente créditos) o porque no pueden superar la apatía y - desconfianza que sienten hacia el gobierno.

- “Algunos vienen con interés, pero cuando les solicitamos información de - la empresa se asustan porque creen que somos un medio de fiscalización”, - dice Claudia Manrique, gerente de consultoría del Crece del Estado de México.

- Para Rodrigo Guerra, director general del CCE y secretario del Comité - Técnico del Centro para el Desarrollo de la Competitividad Empresarial - (Cetro), fideicomiso privado que coordina y evalúa el trabajo de los Creces, - las cifras no son, por ahora, preocupantes. “El proyecto no se consolidará - antes del 2000, pues conlleva el esfuerzo de muchos participantes”, dice.

- - FUERON A BUSCARLO
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La afluencia a los centros tiende a aumentar, aunque en un principio los - propios consultores tenían que ir a buscar casos para demostrar que su - metodología, basada en la planeación estratégica de las grandes empresas, - sí funciona en las más pequeñas.

- A Fernando López, director de la firma productora y maquiladora de cables - Cemsa, en Cuautitlán Izcalli, se le acercaron un día –a mediados de 1997– - para proponerle un diagnóstico financiero de su compañía. Desconocía el - programa pero aceptó, porque una consulta privada de este tipo le costaría - entre $50,000 y $60,000 pesos. El empresario sentía que su negocio marchaba - bien pues había crecido mucho en los últimos años.

- Sin embargo, la realidad era diferente. Entre otras deficiencias, los - consultores encontraron que no había un buen manejo administrativo de los - recursos (nadie sabía cuánto tiempo duraba el ciclo financiero de la empresa) - y que había problemas en la producción (nadie sabía cuál era la capacidad - de producción de la planta).

- Tras algunos “ajustes”, la empresa pudo crecer más ordenadamente y - tener acceso a un crédito para importar maquinaria. “Con la dinámica del - mercado, nuestro conocimiento y la ayuda de ellos pudimos crecer con mayor - facilidad”, dice.

- En menos de un año la facturación de esta empresa pasó de $3.8 a $34 - millones de pesos, es decir, aumentó casi 10 veces y el número de - trabajadores pasó de 34 a 70.

- López considera que el mayor beneficio fue comprender la importancia de la - planeación estratégica.

- “Yo estaba muy metido en la producción y no le dedicaba tiempo a la - administración”, dice. Ahora está tratando de cambiar su estrategia y sus - metas.

- En el caso de Ana Lipkau dueña del Restaurante Mesón del Perro Andaluz, el - resultado fue también positivo. A ella el programa no le sirvió para elevar - sus ventas, sino para hacer un “autoanálisis” de su propia gestión. Esto - le permitió abatir algunos de sus costos y organizar mejor su administración. - A través del Crece su restaurante entró al Fideicomiso de ahorro de energía - donde consiguió un crédito para cambiar el sistema de refrigeración del - negocio, con lo cual ahora ahorra 30% de la factura eléctrica. “Fue una - especie de recarga de pilas para continuar en la lucha no sólo por mis - negocios, sino por el gremio restaurantero”, dice Lipkau.

- - ¿DÓNDE ESTÁ LA CULTURA EMPRESARIAL?
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Los problemas de los negocios y empresas en México se deben más que nada - a la falta de una cultura empresarial. “Paradójicamente, el problema número - uno es enseñarles a pensar como empresarios. Aun los que pasaron por escuelas - de administración, muchas veces no saben ser competitivos”, dice Norma - Rodríguez, directora ejecutiva del Cetro.

- Esto complica el trabajo de los Creces pues los consultores deben llevar a - cabo una suerte de campaña de alfabetización empresarial antes de comenzar el - diagnóstico. “El programa no está diseñado para convertirse en escuela, - pero a la mayoría hay que enseñarles los principios básicos de operación de - una empresa”, dice Rodríguez.

- Según los consultores, las áreas donde se presentan más problemas en las - compañías mexicanas son administración y finanzas. Y de acuerdo con José - Manuel Medina, director del Crece del Estado de México, muy pocas tienen - información básica sobre sus negocios. “La única contabilidad que hacen es - fiscal y 99% olvida la administrativa, que es necesaria para calcular el flujo - de efectivo y ver cuáles son los mejores productos”, dice.

- Además, es frecuente encontrar firmas –sobre todo del giro comercial– - en las que no está dividida la economía familiar de la empresarial. Los - activos están a nombre de la familia y los pasivos, de la empresa. Por eso - nunca se enteran de cuáles fueron sus ingresos y sus utilidades.

- Otro problema común es la falta de liderazgo. “Muchos directores destinan - más de 90% de su tiempo a cuestiones tácticas y operativas, dejando menos de - 10% para las cuestiones estratégicas, cuando debería ser lo contrario”, - afirma Medina. Otros aspectos débiles son la falta de programas de - capacitación y de estrategia de ventas.

- - MÉDICOS ESTRATÉGICOS
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A los consultores de los Creces se les compara con médicos internistas, - pues deben encontrar las enfermedades que tienen las empresas en cinco áreas - estratégicas: producción, ventas, administración, finanzas y recursos - humanos.

- Al término del diagnóstico, el “médico” define qué tratamiento debe - seguir la empresa-paciente, fijando plazos e indicadores de éxito que, entre - otras cosas, sirven para gestionar créditos ante la banca comercial o de - desarrollo.

- Cada uno de los 32 centros tiene por ahora cinco consultores internos. De - acuerdo con Claudia Manrique, gerente de consultoría del Crece del Estado de - México, los consultores son reclutados de bancos y empresas. La mayoría son - economistas, ingenieros industriales, contadores, administradores o - mercadólogos. Todos deben tener un fuerte perfil financiero pues el énfasis - de los Creces está puesto, precisamente, en las finanzas. Antes de ser - admitidos, deben tomar un curso de capacitación (de desarrollo de consultores - internos) y llevar un caso práctico. Después continúan preparándose.

- Además, la red cuenta con el apoyo de cerca de 100 elementos externos que - se dedican a asuntos específicos, como la tecnología, los sistemas de calidad - o la promoción de exportaciones. Uno de los objetivos del Cetro es tener gente - cada vez más especializada.

- Los consultores son, por lo general, competentes y profesionales, aunque - nunca falta el negrito en el arroz. Un empresario de Colima –que prefirió - omitir su nombre– afirma que la asesoría que recibió “era más para un - ranchero que para un empresario”.

- Por ahora, los consultores se pueden dar el lujo de dedicarle muchas horas a - un diagnóstico pues la demanda no es tan grande. Pero ¿qué pasará cuando la - oferta crezca? Existe el riesgo de que la calidad de sus servicios comience a - declinar. “No se tiene pensado abrir más Creces y en un futuro la demanda no - va a soportar la capacidad que hay”, advierte Manrique.

- - EL EFECTO ARRASTRE
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El principal reto de este programa es colocarlo por encima de los ciclos - políticos de México. “Se trata de una iniciativa pluripartidista que, a - diferencia de otras, tiene todos los ingredientes para funcionar”, asegura - Guerra. Él cree que a cualquier político le conviene apoyar esta iniciativa - pues es en beneficio del país.

- Actualmente, la red de centros le cuesta al gobierno cerca de $80 millones - de pesos, una cantidad no muy importante si se toman en cuenta los objetivos - tan ambiciosos que se ha planteado.

- En el último año y medio, los centros han dado cerca de 10,000 consultas y - atendido a 3,000 empresas. Sin embargo, apenas unas 200 han terminado el - diagnóstico. Más de la mitad de los clientes del servicio son microempresas, - que representan cerca de 55%, mientras que las pequeñas representan 39% y las - medianas 6%. La meta de cada Crece es realizar 300 diagnósticos por año, lo - que multiplicado por 32 daría 9,600 casos concluidos en el país.

- Aun si el programa es desarrollado en todo su potencial, su efecto de - arrastre no será suficiente en los próximos años, tomando en cuenta que en - la república hay más de dos millones de empresas pequeñas que sobreviven de - milagro. Para poder realmente hacer cambios significativos se necesitan no - sólo más Creces, sino diseñar nuevos esquemas de apoyo a los - microempresarios en los que se involucren cada vez más actores.