Tenía que vender, más que un servicio, un concepto nuevo en un sector como el financiero, que por tradición cuida muy bien sus movimientos. Se requería urdir una estrategia administrativa y de comunicación para que Buró de Crédito se posicionara como la empresa que mejora las prácticas en el otorgamiento de los créditos y que provee de herramientas para evaluar el riesgo que ello implica. Martha Jaime, con su formación de periodista egresada de la UNAM y con una inclinación por la comunicación interna y los procesos de administración (tiene diplomado en el ITAM), siente que esa prueba fue superada. Todo aquel que pide un préstamo, o que tiene una tarjeta de crédito o de tienda comercial, está hoy en el registro de Buró. Y la mayoría de los que necesitan esa información son clientes de esta compañía.
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Jaime justifica su sesgo mercadotécnico: “El trabajo en radio y en prensa me dio mucho –dice–, pero yo iba más hacia la estrategia de comunicación que hacia ‘la nota’. El periodismo es reportar eventos, estructurar la información para darla a conocer; la diferencia de estar del otro lado, en la comunicación interna, es que yo genero los eventos, yo soy la nota.”
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Martha, cierto, ya se convirtió en nota después de aplicarse frenética al trabajo durante un decenio en Buró. Trabajaba mucho porque ignoraba mucho, dice, pero ha llegado el momento de delegar. “Por deformación me metí 110% a mi labor, incluso dejando un poco de lado la vida personal. Hoy ha llegado el momento de la dosificación, y asumo que necesitaré disfrutar otros placeres”.
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Soltera de 34 años, comenta que enfrentó una educación conservadora, “dentro de una familia de 12 hermanos donde los hombres no ‘hacen quehacer’”. En reacción a ello, está convencida de que “la actividad profesional no tiene sexo, ni siquiera en un sector como el financiero, machista per se”. Aconseja, según su experiencia: “Si llegas a vender pensando que eres mujer, ya vas mal. No hay sexo en el trabajo, hay o no personas brillantes.”
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