Mayela Rincón Velasco. Directora Corpor
A Mayela Rincón le gustan los números. Pero le gusta aún más ver lo que significan y cómo su interpretación puede contribuir al crecimiento de un negocio. Y esto es lo que ha sabido hacer en la empresa de madera, papel y cartón que fundaron sus hermanos en 1980: Corporación Durango.
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La compañía norteña empezó con un aserradero, cinco camiones y ventas anuales de $2 millones de dólares. Ahora controla Grupo Industrial Durango (empaques y paneles de madera), Durango Paper Company en Estados Unidos (empaques) y Pipsa-Mex (papel). Este año, sus ventas superarán $1,000 millones de dólares.
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Rincón asumió su puesto de directora corporativa de finanzas en 1982, cuando todavía cursaba sus estudios de contaduría pública en la Universidad Juárez del Estado de Durango. Complementó su formación después con diplomados en finanzas, administración y asuntos fiscales del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
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Aunque su puesto no ha cambiado en los últimos 18 años, las necesidades financieras del grupo sí aumentaron. En su primera negociación importante en 1985, Rincón obtuvo de Nacional Financiera un préstamo de $1 millón de dólares. Luego incursionó en créditos tradicionales, como son los refaccionarios, de avío e hipotecarios. Emitió papel comercial en la Bolsa Mexicana de Valores en 1992, seguido por una emisión de europapel. En 1994, se hizo pública la compañía en México y Nueva York. En su última negociación relevante, cara a cara con Morgan Stanley Dean Witter y el Chase Manhattan Bank, Rincón manejó la emisión de un bono Yankee de $250 millones de dólares.
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Vale decir que el crecimiento de Corporación Durango se logró por adquisiciones para las que Mayela consiguió el financiamiento.
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Con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la compañía decidió proveer al sector maquilador de ambos lados de la frontera norte, y en consecuencia, la expansión del grupo desbordó hacia Estados Unidos. El reto para Rincón fue entonces aprender no sólo el inglés sino las costumbres, leyes y políticas contables del país vecino. Hoy, para ella y Grupo Durango no hay fronteras; México y la Unión Americana están “íntimamente ligados”, opina, y con razón: 50% de los activos del grupo están repartidos en seis estados del país vecino y 90% de sus ventas totales son en dólares.
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Conjugar trabajo y familia ha sido otro desafío para esta mujer que mueve tantos números. Trabajar en una ciudad de provincia le ayudó, dice, porque “estás a cinco minutos de tu casa”, lo que les permite a ella y a su esposo comer con sus tres hijos.
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