La única constante en la vida de Mary Ann Amstrong era su trabajo en la fábrica de refrigeradores de Maytag en Galesburg, Illinois.
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Ella ha trabajado ahí durante 28, años, desde que tenía 19, y recientemente se dedica a inspeccionar los productos recién ensamblados.
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Ese fue el trabajo que la ayudó a comprar una casa y mantener a sus tres hijos como madre soltera. Hasta ahora le permite pagar la educación de su hijo menor, de 19 años. Desgraciadamente ahora el futuro de Amstrong es incierto, pues la firma estadounidense ha anunciado que cerrará su planta, y con esta medida los 1,600 puestos de trabajo se moverán a México.