A raíz de la mayor duración y profundidad de la crisis, con más inflación y más devaluación del tipo de cambio, se espera que el déficit comercial (sin maquiladoras) se reduzca sobre 40% este año. Todo, debido al mayor dinamismo de las exportaciones, que podrían aumentar en 23%, en contraste con una reducción de 5% en las importaciones. En esto último destaca la caída de los bienes de consumo y de capital. Así, también se espera una reducción importante del déficit en la cuenta corriente.
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