Mitad ejecutivo mitad político

Michael Bloomberg es el ejemplo del millonario que logra triunfar en política. Guía práctica para

Ya no queda nada de la desconfianza con la que los neoyorquinos miraban a -Michael Bloomberg, hace cuatro años, después de elegirlo alcalde de la ciudad. -El empresario, dueño de 72% de Bloomberg LP, la mayor compañía mundial de -información financiera, ha mezclado grandes planes, austeridad personal y -mentalidad empresaria para ganarse a los complicados habitantes de la Gran -Manzana, que el 13 de noviembre votarán para reelegirlo, aun cuando el -transporte público cueste el doble que hace cuatro años y se prohíba fumar en -lugares públicos. ¿Cómo lo hizo? Hace mucho tiempo que los empresarios de -todo el mundo con aspiraciones políticas tratan de ganarse el corazón de los -votantes, pero la mayoría ha fracasado. He aquí la guía de Bloomberg para -conseguir el éxito.

- 1. Cultive ambigüedad partidaria e ideológica
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Esto saben hacerlo bien la mayoría de los empresarios. “Yo no soy un -político”, repite Bloomberg, y tiene razón: hasta 2000, no se había -presentado nunca a ningún cargo público ni había trabajado en el gobierno. -Ese año, canceló su afiliación al Partido Demócrata y presentó su -candidatura como republicano. Fue una decisión pragmática, como casi todas las -que él toma: los republicanos no tenían un candidato fuerte para suceder a -Rudy Giuliani y los demócratas de Nueva York están hundidos en un pantano de -burocracia, pactos sindicales y peleas internas. Todavía hoy se sabe poco de -las ideas de Bloomberg, de quien todos sospechan, pero no pueden confirmar que -tiene un corazoncito progresista.

- 2. Done dinero (mucho)
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Desde antes de ser elegido alcalde, Mike Bloomberg ha sido un generoso -contribuyente de las más variadas fundaciones y ONG. A la escuela de medicina -de la Universidad Johns Hopkins, por ejemplo, en la que estudió administración -de empresas hace 40 años, le ha donado 150 millones de dólares. El camino de -Bloomberg hacia la alcaldía ha estado pavimentado de cheques caritativos, pero -no en el sentido de comprar voluntades sino de una manera más compleja, que le -ha ganado favores inesperados. En 2000, Bloomberg contribuyó a 600 entidades. -Ese número, en 2004, había trepado a 843, por un total de 140 millones de -dólares. Bloomberg dice que recorrer la ciudad todos los días le he hecho -conocer nuevas necesidades, y que por ello aumenta las donaciones. Sus críticos -dicen que con esto se mezclan sus roles, pero su currículum de beneficencia -apaga las críticas.

- 3. Use el dinero propio para gobernar
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En una visita a Miami se descompuso el avión oficial que traería a -Bloomberg y a su equipo de vuelta a Nueva York. No importó: Bloomberg hizo una -llamada y llegó su avión privado. También para eso sirve el dinero. Cuando, -en 2001, Bloomberg se encontró con un déficit de 6,000 millones de dólares, -elaboró un plan de recortes uniformes en todo el gobierno, con excepción de la -policía y los bomberos. Para compensar algunos recortes de subsidios ordenados -por Bloomberg-alcalde, Bloomberg-ciudadano donó al programa de artes. Donde -nunca hay que ahorrar es en la campaña: Bloomberg probablemente superará estas -semanas el récord de 75 millones gastado en 2001, más del doble que lo que -invertirá su rival, el demócrata de origen puertorriqueño Fernando Ferrer. -Cuando lo acusan de gastar demasiado, Bloomberg dice: “El objetivo es mejorar -las escuelas, bajar el crimen y limpiar las calles, no tener una pelea justa”. -En 2004, el alcalde convenció al Partido Republicano, con 7 millones de -dólares de su propio bolsillo, para que organizara su convención nacional en -el Madison Square Garden.

- 4. Forje una imagen de austeridad
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Bloomberg no tiene oficina, y ha hecho un culto por fotografiarse en el -cubículo de estilo corporativo en el que trabaja todos los días rodeado de -otros cien empleados del gobierno neoyorquino. Tiene cuatro mansiones (en Nueva -York, en el centro turístico de Vail, en Londres y en Bermuda), pero ninguna de -ellas es ostentosa, aunque tengan un precio combinado de 50 millones de -dólares. Bloomberg tiene un estilo de vida acorde con su fortuna, pero no la -exhibe ni la esconde, un equilibrio difícil de conseguir y que, en una ciudad -obsesionada con el dinero pero a la vez histórica votante del Partido -Demócrata, ha sido un éxito.

- 5. Tenga grandes planes (aunque fracasen)
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Hace un año, la gestión de Bloomberg parecía estar atada a dos proyectos -faraónicos: construir un estadio de futbol americano al Oeste de Manhattan y -organizar los Juegos Olímpicos de 2012. Ambos proyectos han fracasado, el -primero por la oposición del parlamento local y el segundo porque ganó -Londres, pero aun así Bloomberg se las ha ingeniado para salir incólume. Para -ello, continúa con las grandes ideas: dar vuelta como un guante el sistema -educativo, construir 200,000 casas baratas y hacer otro estadio, esta vez en -Queens, que tiene más oportunidades de ser construido.

- 6. Use a sus amigos
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Poco después de llegar al gobierno, Bloomberg le pidió a la consultora -McKinsey que hiciera, gratis, un estudio de las fortalezas y necesidades de la -ciudad. McKinsey, cuyos altos ejecutivos conocen al alcalde desde hace décadas, -accedió, y de su informe salieron dos de los principales ejes del nuevo -gobierno (el desarrollo del turismo, cuyas visitas se han duplicado desde los -ataques del 11 de septiembre de 2001, y la biotecnología, con subsidios al -desarrollo de centros de investigación) y la mayor necesidad: viviendas al -alcance de la clase trabajadora. Para relanzar el centro de Manhattan, muy -golpeado después del atentado al WTC, Bloomberg convenció a su viejo amigo -Henry Paulson, ceo de Goldman Sachs, para que construyera allí la nueve sede -del banco de inversión: le costó 1,650 millones de dólares en ayudas y -reducciones de impuestos, pero Goldman Sachs se mudará pronto a Manhattan. “Muchos -de los tipos que manejan estas empresas”, explica Bloomberg, “tienen mi -edad, me conocen desde años. Saben que no soy un político, y que me gusta -hacer cosas. Conocen mi compañía, y me respetan por eso”.

- 7. Haga cosas
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Bloomberg ha aprendido a moverse en la política, y eso le ha permitido -hacer cosas concretas. Tiene un equipo que se ocupa de solucionar cada uno de -los reclamos que le hacen los vecinos en la calle o en las reuniones en los -barrios. La ciudad está salpicada de obras y normas que han convencido a los -neoyorquinos de que el suyo es, al menos, un gobierno intenso o efectivo. -Bloomberg, además, no es interesante por las cosas que dice. De hecho, su -discurso antipolítico y de “tratar al gobierno como al sector privado” no -es nada original y repite lo que otros empresarios-políticos han dicho antes. -La diferencia es que los empresarios tradicionales hacen énfasis en el -equilibrio de las cuentas –“ninguna empresa funcionaría con esas pérdidas”, -dicen–, pero Bloomberg cree que la ciudad es un producto que debe ser vendido. -Y, por suerte para él, hay muchos clientes comprando.