Más diversidad, mayor riqueza

Uno de los atributos más preciados de las escuelas de negocios es la diversidad de países a los que pertenecen los alumnos y los profesores que la componen. Esta diferencia es precisamente la que incrementa la riqueza intelectual de las discusiones y los trabajos de los alumnos. De hecho, el ranking Los mejores MBA de México le da un peso importante a la diversidad que tiene la planta de profesores y los alumnos de estas escuelas.

- Sin embargo, la diversidad que este año encontramos en las principales escuelas de negocios del país no tiene que ver con el origen de quienes asisten a las clases, como profesores y como alumnos, sino con su género, su actividad profesional y el tipo de empleo.

- Nos entusiasmó en especial saber que cada vez hay más alumnas en los salones donde se enseña a hacer negocios. En el mundo, el fenómeno económico que implica la incorporación de más mujeres al universo del trabajo es más importante que el fantástico crecimiento de China o India. La educación siempre ha sido un igualador de oportunidades y, en el caso de las mujeres y su influencia dentro de las empresas, estudiar un MBA es, sin duda, un diferenciador muy eficaz para que ellas enfrenten la competencia corporativa. De eso tratan algunas historias que visten nuestro ranking.

- Además de las mujeres, hay otros grupos que cada vez ganan más presencia en las escuelas de negocios: los emprendedores y los funcionarios públicos. En ambos casos creemos que es una buena noticia.

- Por un lado, la aspiración de los estudiantes ya no sólo es ascender en el organigrama, sino usar su capacidad para generar empresas y, por consiguiente, empleos. En la edición del año pasado corroboramos que una empresa fundada por quien pasó por las aulas de un MBA tiene más probabilidad de sobrevivir que aquélla de quien no lo hizo.

- La sorpresa fue que cada vez hay más funcionarios de gobierno que estudian cómo hacer negocios. Las razones que plantean algunos de ellos es que eso les permite entender mejor a los empresarios cuando necesitan interactuar con ellos, y esto aplica en especial cuando se trata de reguladores. Otros, sin embargo, consideran que estudiar un MBA les permite mantener diversificadas sus opciones profesionales en caso de que no puedan o no quieran seguir en el servicio público. Suena bien que los burócratas no se sientan seguros en su puesto.

- En todo caso, sentimos que este fenómeno muestra que las escuelas de negocios hoy son un poco más democráticas que antes. Los editores de la revista aspiramos a que las aulas de estos recintos sean un reflejo cada vez más fiel de la sociedad. Y que den cabida al emprendedor social, al empresario del campo, al financiero, a la mujer, al joven y al viejo. Y a todo aquel que quiera mejorar la forma en que se hacen los negocios en México.

- Hay retos que se deben enfrentar. Uno de ellos es el financiamiento. El otorgamiento de becas y de crédito apropiado será crucial para que en los salones haya más alumnos de los que antes no podían ni imaginarse en estos niveles de educación.

- Otro es la difusión y la confianza en las escuelas de negocios. ¿Cómo hacer que alguien que tiene una buena idea de negocios pueda animarse a buscar en un MBA los contextos necesarios para estructurar un plan de negocios y salir a buscar inversionistas privados?

- El diseño de programas también deberá ajustarse aún más. Es verdad que ya existen universidades que ofrecen planes muy específicos para las necesidades de ciertas actividades económicas. Incluso este año nació el primer MBA para mujeres. Pero lo más probable es que la diversidad siga obligando a las instituciones educativas a crear planes especiales de estudio y estrategias de negocios enfocadas a ciertos nichos. Lo más importante es que la semilla de la diversidad ya está sembrada. Ahora hay que cuidarla para que germine.

- Comentarios: opinion@expansion.com.mx