México, un pie en los Andes
Desde que en 1993 Aeroméxico compró 47% de las acciones de Aeroperú y Televisa hizo lo propio con 77% de la Compañía Peruana de Radiodifusión, propietaria de Canal 4, los vínculos de cooperación económica entre México y Perú se han intensificado, mucho más que en varias décadas. Este cambio no sólo expresa el agotamiento de un proyecto económico y comercial que había regido el curso de las relaciones bilaterales, sino que ahora tiene que ver también con el fortalecimiento de la economía peruana y el propósito mexicano de reforzar su presencia en América Latina.
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Durante la visita oficial que efectuara a Perú, el pasado 23 de marzo, la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Rosario Green, suscribió con el canciller peruano, Eduardo Ferrero Costa, un comunicado conjunto donde recomendaron impulsar las acciones necesarias para avanzar hacia un Tratado de Libre Comercio entre ambos países en el más breve plazo. Además, destacaron la importancia de contar con un marco regulatorio que otorgue transparencia y certidumbre a los agentes económicos, y que permita el máximo desarrollo de las corrientes comerciales y los flujos de inversión.
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Green reafirmó el interés del gobierno mexicano por fortalecer los lazos de amistad y cooperación entre Perú y México, y dijo que “América Latina es la región prioritaria para el quehacer internacional de México porque, además de los vínculos comerciales y financieros, existe un proyecto muy claro de identidad cultural e histórica”.
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En ese contexto, el canciller Ferrero Costa agradeció al gobierno mexicano por su decidido apoyo en el Foro de Cooperación Económica de la Cuenca del Pacífico para que Perú sea incorporado como miembro pleno de APEC, y subrayó que la significativa presencia de América Latina permitirá ampliar las relaciones económicas y comerciales con los países del área del Pacífico, en un marco de estabilidad macroeconómica y de crecimiento sostenido.
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Asimismo, expuso a la canciller mexicana la iniciativa de Perú en torno a la reactivación del Centro Regional de las Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe, con sede en Lima. Según la política exterior peruana, los nuevos temas de interés podrían estar constituidos por el seguimiento de instrumentos internacionales, como la Convención de Minas Antipersonales y los Tratados de Prohibición de Armas Químicas, de No Proliferación Nuclear y de Prohibición Total de Ensayos Nucleares.
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Por otra parte, los cancilleres coincidieron en la importancia que tiene para la región la “Declaración sobre Medidas Unilaterales”, adoptada en la última Cumbre de Jefes de Estado del Grupo de Río –realizada en Paraguay–, que rechazó la aplicación unilateral y extraterritorial de leyes que violan la igualdad jurídica de los Estados. Y reafirmaron los principios de respeto y dignidad de la soberanía nacional y de no intervención en los asuntos internos de los Estados.
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COOPERACIÓN ECONÓMICA Y CULTURAL
-En el marco de este fructífero encuentro, los cancilleres Green y Ferrero Costa suscribieron 30 proyectos para el periodo 1998-1999, centrados en las áreas de gestión pública, salud, educación, agropecuaria, alimentación, energía y minas, pesca, recursos naturales, industria, artesanía, comunicaciones y turismo.
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Este acuerdo reviste particular importancia si se tiene en cuenta que las relaciones económicas de cooperación entre Perú y México se empezaron a regir a través de un convenio suscrito en 1974, y que sólo nueve años después –con la formación de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI)– se buscó que esta resolución abarcase la concesión de ambos países en la reducción de los niveles arancelarios correspondientes a productos previamente definidos.
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Como el tratamiento resultó insuficiente, en 1987, en el marco de la ALADI, se firmó el Acuerdo de Complementación Económica que comprendía una preferencia de reducción arancelaria que México concedía a Perú en 180 partidas y, por su parte, Perú a México en 167 partidas. El balance, sin embargo, no fue positivo. Basta señalar que sólo 10 productos del total de partidas con preferencias arancelarias generaron volúmenes significativos de comercio, y que en 1992 no fue suscrito ningún acuerdo –al nivel de gobierno– en materia económica entre ambos países.
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La falta de fluidez del comercio bilateral fue también producto de la crisis que atravesó América Latina en los años 80. No es casual que, coincidiendo con la “década perdida”, en 1980 el intercambio comercial haya disminuido hasta lograr una cierta recuperación en 1989. A esto hay que agregar que las bases de integración económica no lograron articularse con las exigencias que la realidad del continente imponía, y que sólo a partir de 1990 se dio inicio a un proceso de integración económica que difería sustancialmente del esquema anterior.
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En lo que respecta a la cooperación cultural, los cancilleres de México y Perú destacaron la importancia histórica que tiene el fortalecimiento de la relación bilateral y el intercambio cultural. En esa perspectiva, acordaron realizar en México la IV Reunión de la Comisión Mixta Cultural Educativa Peruano-Mexicana, en noviembre próximo, con el propósito de elaborar el Programa Ejecutivo de Aplicación del Convenio Cultural. La ocasión permitirá presentar en México la exposición de las Tumbas Reales del Señor de Sipan, uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes de los últimos años.
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Los funcionarios formalizaron, además, el intercambio entre la Academia Diplomática de Perú y el Instituto Matías Romero de Estudios Diplomáticos, a partir de un encuentro inicial que se realizará en México durante el segundo semestre de este año. En esa ocasión se firmará un convenio de colaboración entre dichas instituciones.
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Ante uno de los retos más complejos y apremiantes que enfrenta la región, Green y Ferrero Costa reafirmaron en el comunicado conjunto la necesidad de sumar esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico, y coincidieron en que el tratamiento de este fenómeno debe hacerse desde una perspectiva integral y multidisciplinaria, basada fundamentalmente en la cooperación internacional y el principio de responsabilidad compartida.
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Por ello, acordaron convocar al Comité Bilateral Antidrogas para que realice una segunda sesión, así como trabajar coordinadamente en los diversos foros especializados en el tratamiento de la lucha contra el narcotráfico. Y particularmente en la reunión “Lucha Contra la Producción, la Venta, la Demanda, el Tráfico y la Distribución Ilícitos de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas y Actividades Conexas” –convocada por iniciativa de México–, que se realizará en Washington el próximo 8 de junio, durante el periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
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Asimismo, convinieron en promover las negociaciones para alcanzar un acuerdo de asistencia judicial en materia penal y otro en materia de extradición.