Para evitar que este año el presupuesto se convierta en un pastel que no levante, con una Ley de Ingresos y Egresos parchada, aprobada al último minuto, el Ejecutivo puede seguir las recomendaciones de Jesús Alvarado Nieto, de la firma Mancera Ernst & Young, y Ramón Hernández, subdirector de análisis económico de Ixe.
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Para el primero, los tiempos de cocción son importantes; por tanto, considera que el Presidente debe tener lista su propuesta ¡ya, ya, ya!
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La salud y la educación son rubros relevantes a decir de ambos analistas. El aumentar el gasto en estos renglones implicaría un cambio en la política presupuestal que hasta ahora ha privilegiado el combate a la pobreza.
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Según Alvarado, una buena receta debería fijar los salarios de los altos funcionarios de acuerdo con el nivel de su responsabilidad, dar menos apoyos a los changarros y más a los grandes generadores de empleo.
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Para Ramón Hernández es preciso que el mandatario aproveche la cierta disposición mostrada por los coordinadores de la nueva Legislatura para sentarse a negociar el presupuesto, empezar a analizar opciones con el fin de despetrolizar los ingresos del Estado y buscar nuevas fuentes de entradas estables.
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En síntesis,: si Fox quiere preparar un buen pastel, lo más importante es su buena mano para preparar la masa y no la marca del horno en el que lo cocine.