El nuevo presidente de la Asociación Mexicana de Estándares para el Comercio Electrónico (AMECE) habla sobre sus planes para darle un giro a la organización que agrupa a 16,000 empresas y sugiere cómo responder al advenimiento de la nueva economía.
- ¿Por qué es necesario transformar a la AMECE?
Esta asociación tuvo su razón de ser con los códigos de barras, pero ahora debemos buscar nuevos objetivos. Tenemos que reinventar mucho de nuestra visión pues estamos frente a una realidad muy distinta de la de hace 10 años. No es que las reglas del juego hayan cambiado sino que el juego es otro.
- ¿Hacia dónde se encamina?
El gran reto es convertirla en un centro de convergencia del comercio electrónico. La asociación ha tenido una fuerte carga comercial y ahora queremos integrar a nuestro consejo directivo a representantes de todos los sectores.
- ¿Cómo pretenden contribuir a la explosión del comercio electrónico?
Vamos a desarrollar pocos proyectos pero de gran escala. Este año queremos abrir un centro de información sobre el comercio electrónico para que cualquiera que tenga dudas pueda recibir ayuda. Otro objetivo es buscar que más empresas se interesen en el catálogo electrónico de productos (lanzado en 1999).
- Además de la capacitación, ¿cómo apoyarán el desarrollo del comercio electrónico?
Queremos participar en la divulgación de los temas vinculados a la nueva economía no sólo a nivel de atención y servicio al público, sino de la consolidación del marco legal y fiscal.
- ¿Qué opinión tiene de la nueva legislación sobre comercio electrónico?
Hoy todavía no tenemos casos graves de fraude por internet, pero conforme crezca el comercio electrónico se irán generando nuevas formas de delitos. Debemos prepararnos y esto significa no sólo tener un marco jurídico sino capacitar a los jueces para que puedan operar con la nueva ley.
- ¿Cómo la califica?
Es moderna y flexible, toma lo mejor del modelo diseñado por la Organización Mundial del Comercio y las Naciones Unidas.
- ¿Cuándo habrá factura electrónica?
Son cambios que crean temores. Por ahora hay un movimiento selectivo de empresas grandes, sobre todo del sector comercial, que la apoyan, aunque aún debemos trabajar para fijar las nuevas reglas.