Diciembre es el mes más esperado. Es que, además de la alegría de las fiestas navideñas, trae un ingreso extra: el aguinaldo.
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Esta prestación es una obligación de todas las empresas para con sus empleados. Ellos pueden recibir desde los 15 días de sueldo que marca la ley hasta 90. Sea limitada o generosa, la consigna es administrar bien esa entrada y sacarle el mejor jugo posible. Y hoy más que nunca.
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Salvador Navarro, jefe del departamento de Estudios Económicos y Organización de Consumidores de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), delegación Jalisco, recomienda planear antes cómo se va a utilizar, estableciendo una lista de prioridades de acuerdo con las necesidades más urgentes. Sugiere comprar ropa ó calzado para la familia, adquirir artículos para el hogar, reparar la vivienda y, si hay deudas, destinar una cantidad para aliviar en parte ese molesto "dolor de cabeza".
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Quedan fuera, por lo tanto, los gastos innecesarios porque van en detrimento de la economía personal. También los enganches para comprar bienes que se van a seguir pagando a crédito. "Posteriormente hay que enfrentarse a mensualidades que a lo mejor no se pueden pagar y menos a como están las tasas de interés", advierte.
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Si usted tiene contemplado hacer regalos navideños, olvídese de querer "apantallar" a medio mundo con obsequios lujosos. Lo mejor, aconseja el funcionario de la Profeco, es adoptar una "actitud responsable": regalar lo realmente útil y, sobre todo, presupuesto.
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Aunque tome un poco más de tiempo, no compre a la primera. Entre un establecimiento y otro hay pequeñas diferencias. Sumadas llegan a ser significativas. Eso sí: procure hacer las compras tan pronto como reciba su aguinaldo. Corno recuerda Navarro, -"la mayoría de los artículos que se consumen en esta época del año, al no estar sujetos a precio oficial, pueden aumentar repentinamente de precio". Algo más: no se olvide de exigir la nota de venta, y la garantía por escrito, con el fin de hacer cualquier cambio o devolución. Si se presentan irregularidades, usted podrá además hacer valer sus derechos ante la Profeco.
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Próspero año nuevo. Si es prudente con sus gastos navideños y no se deja llevar por el derroche, es posible que aún le quede un excedente. Esta cantidad se puede destinar al ahorro o a la inversión. Para esos afortunados, Juan Francisco Diéguez, director regional de banca especializada del Grupo Financiero Multiva, recomienda instrumentos que "sean de fácil acceso y cuyos rendimientos estén por arriba de la inflación".
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Además de los Cetes (cuyo tasa a 28 días anda alrededor de 57%), Diéguez propone como otra alternativa invertir en las sociedades de deuda. Estos instrumentos brindan una renta fija y atractiva (actualmente entre 55 y 57%). Tampoco descarta que el excedente se canalice a las sociedades comunes ("los precios de las acciones han caído, por lo que están en un precio muy atractivo para comprarlas", -argumenta). Sin embargo, los fondos de renta variable implican "cierto riesgo" (porque se invierte en acciones de empresas) y hasta ahora han reportado un beneficio -"mínimo" (entre 3 y 5%).
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Pero aparte de manejar un portafolios diversificado, también hay que invertir a largo plazo: -"Si la expectativa es que disminuyan las tasas y la inflación, ello aseguraría una tasa mayor", explica el funcionario.
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Aunque menos populares, no desecha la posibilidad de invertir en metales --su liga al tipo de cambio le permite a usted cubrirse de una devaluación- y, por qué no, hasta en las controvertidas UDIs. Lo que de plano desalienta es invertir en dólares. Es más: "Lo considero peligroso, por lo caro que en estos momentos se encuentra la divisa".
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Fuera del sistema financiero hay otras opciones. Quien dispone de mayor es recursos --y más que nada liquidez- puede recurrir al mercado de bienes raíces, donde va a encontrar propiedades en -"ganga". Si los recursos no son tan abundantes, una opción es el autofinanciamiento inmobiliario. Este esquema permite ahorrar y, a la vez, adquirir la propiedad en un futuro.