Se le metió el gusanito

<font size=1>Carlos Vaca (agricultura).</font><br> -Cosecha verduras con ayuda de lombrices rojas.

Carlos Vaca nació con amor a la naturaleza. Eso lo ha hecho estar siempre cerca de organizaciones ambientalistas. Su gran oportunidad para desarrollarse como empresario  consciente del entorno se le presentó en Europa, donde conoció los fertilizantes orgánicos con base en desechos de lombriz y de inmediato quiso utilizarlos en México. “Yo me metía a las aulas para explicar a los alumnos que estudiaban agronomía los beneficios de este tipo de abono, como el incremento de la producción, el que no se precisa usar insecticidas, etcétera. Al oír esto, los maestros me mandaban sacar con el personal de seguridad porque decían que los muchachos se alocaban con mi presencia”, recuerda.

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Finalmente, decidió producir la composta y distribuirla.  Hizo su primera importación de 100 kilos de lombriz roja californiana. “Traje técnicos de todo tipo que me ayudaran a investigar el animal y obtener sus desechos, que son el fertilizante orgánico. Eso me llevo dos años; después obtuve un producto, que también empezamos a probar en un invernadero con buenos resultados.”

El siguiente paso fue hacer ensayos con campesinos de Chalco, como Aristeo Ciprés, que lleva mas de un año usando este material. “Tengo cerca de 20 años dedicándome al campo y es la primera vez que uso este tipo de abono. La verdad es más económico y la verdura que aquí cultivamos se da mejor. Yo estoy contento con este fertilizante”, explica el agricultor.