Selva Virgen <br>Hasta llenar el vaso

Esta empresa mexicana, en convenio con la fábrica de exprimidoras de cítricos Zumex, de origen esp

Todas las contingencias en la vida, ya lo dijo alguien hace mucho, pueden - apreciarse como un vaso medio vacío o como uno medio lleno; depende de la - cantidad de optimismo o de la voluntad del observador. En su más reciente - proyecto, la empresa Selva Virgen, integrante de un grupo productor y - comercializador de productos agrícolas nacionales en el mercado interno y - externo, ha optado por esta segunda visión, es decir, por un vaso de jugo - próximo a llenarse. Y por lo que cuentan, su apreciación no está alejada de - la realidad.

- Todo empezó cuando sus socios se percataron de que las naranjas que - producían en una pequeña huerta de Morelos, pese a su calidad, se estaban - perdiendo debido al bajo precio ofrecido en el mercado. De forma paralela, uno - de ellos observó casualmente una máquina extractora de jugo, instalada en un - hotel de Madrid, España. Ésta, elaborada por la empresa Zumex (sin lazos - anteriores con México, a pesar de la terminación de su razón social), - exprimía a gran velocidad jugo puro de naranjas excelentes y limpias.

- Al poco tiempo, Selva Virgen se convirtió en representante exclusiva de - Zumex en México y, a escasos 10 meses de firmado el convenio, ha ubicado cerca - de 30 extractoras en distintos puntos de venta. Es decir, le ha otorgado un - valor agregado a sus propios frutos. En asociación con otros 15 productores, - aumenta día a día el volumen de cítricos para abastecer a sus clientes y se - dispone a seguir desarrollando esta iniciativa.

- Según Jorge Becker Corral, gerente de la empresa, México posee una gran - industria de cítricos y, paradójicamente, una productividad por hectárea - señalada entre las más bajas del mundo. “Y esto, porque el mercado no les - paga a los productores lo suficiente para que puedan invertir en fertilizar y - combatir las plagas en su huertas”, acusa. Así, pese a que el consumo de - jugo de naranja forma parte de la cultura mexicana, muchos productos son de “dudosa” - calidad y su estacionalidad es muy marcada.

- Becker piensa que esta iniciativa, aún discreta, permitirá beneficiar a - muchos productores y también a quienes operan las exprimidoras, a los - consumidores de jugo y, por cierto, a Selva Virgen y a Zumex. La empresa - mexicana compra a esta última las máquinas; luego las entrega en comodato a - múltiples clientes –hoteles, restaurantes, hospitales, universidades, - etcétera–, les asegura el servicio para un buen funcionamiento permanente y - les vende las naranjas. Selva Virgen adquiere las frutas tanto de productores - que mantienen sus huertas en buenas condiciones, como de su propia huerta en - Morelos y las de sus 15 asociados –prácticamente todos de Veracruz–, a - quienes en una primera etapa otorga asistencia técnica y paga precios - superiores a los del mercado para que, bajo la supervisión permanente de Selva - Virgen, continúen manteniendo una excelente producción.

- Así, la empresa asegura a sus clientes una oferta continua de “naranjas - jugosas, dulces, lavadas, desinfectadas y de tamaño similar, es decir, que con - exactamente tres puedan exprimir y obtener jugo para un vaso de 10 onzas”.

- Respecto de la estacionalidad, el gerente sostiene que en unos dos o tres - años y con un programa de fertilización adecuado, lograrán rescatar muchas - huertas “que producirán, siempre, naranjas de buena calidad”.

- Y desde luego que necesitan muchos y excelentes productores: la propia - huerta morelense, con la que empezaron a fines del año pasado, ofrece sólo - 100 toneladas al año y requieren, si todo sigue como hasta ahora, no menos de - 500 toneladas de fruta cada mes. “Por ejemplo, al comienzo de nuestras - operaciones, el hotel Four Seasons nos pedía seis cajas diarias... ahora - necesita 60”, indica Becker. Cada caja pesa 20 kilos y contiene exactamente - 80 piezas.

- - EXPRIMIDORAS A TODA PRUEBA
- Las principales ventajas de estas “mágicas” exprimidoras son que la - fruta prácticamente no tiene contacto con quien extrae el jugo, amén de su - alta velocidad de trabajo. Por ejemplo, una Zumex 32 –la más - demandada por los clientes– posee en su parte superior una canasta muy amplia - para que en ella se vacíen las naranjas limpias desde la propia caja, sin - tocar ni siquiera su cáscara; luego, mecánicamente, las frutas se deslizan - hasta la cámara que las parte a la mitad y después extrae nada menos que el - jugo de 32 naranjas por minuto (poco más de tres litros), mismo que cae - directamente a los vasos. La Zumex 100, la más pequeña de todas y de - alimentador manual, exprime 14 frutas por minuto (1.5 litros). En todo caso, - las máquinas poseen censores para programar la cantidad de jugo que se desee.

- Aprobadas dentro de “los altos estándares de calidad de la Unión Europea - y próximas a recibir la certificación ISO 9000”, Becker calcula que tienen - una vida útil cercana a los 15 años “y, si una pieza se daña por el uso - normal, su reposición corre por cuenta nuestra; si ha habido un mal uso, lo - paga el cliente”.

- Hasta ahora, más de 25 extractoras han sido instaladas en el Distrito - Federal, en lugares como el Four Seasons, los hospitales Mocel y ABC, los dos - campus del Tecnológico de Monterrey, las universidades Iberoamericana y - Anáhuac del Sur, las cadenas restauranteras La Tablita y California y el Club - de Industriales. En Puerto Vallarta existen tres, dos para elaborar jugo que la - empresa vende a los hoteles y otra más grande en el aeropuerto.

- Aun cuando Selva Virgen también puede vender o rentar sus máquinas, en - principio ha preferido la modalidad del comodato, que les asegura al mismo - tiempo otorgar valor agregado a la fruta. Por su parte, los clientes optan por - esta estrategia de outsourcing, de menor costo, para proveerse de jugo.

- - UN NEGOCIO EN CIERNES
- Hasta ahora, sólo en máquinas, Selva Virgen ha invertido cerca de $1.5 - millones de dólares; el promedio de costo de una exprimidora internada en el - país, ya pagados los impuestos, asciende a $4,500 dólares. Asimismo, en - asistencia técnica para el primer ciclo de producción de las huertas - asociadas gastan más de $1,000 pesos por hectárea.

- Su facturación actual oscila entre $35,000 y $40,000 pesos semanales, y a - pesar de que no todas las exprimidoras se amortizarán en la misma fecha, creen - que las primeras 100 máquinas recuperarán su costo en dos o dos años y - medio. “De allí en adelante podría pensarse que empezaremos a obtener - utilidades, pero los compromisos para adquirir nuevos equipos continuarán, de - modo que nuestro horizonte de consolidación es de entre cinco y 10 años”, - calcula Becker.

- Esta iniciativa, según el ejecutivo, apenas comienza, y los proyectos de - crecimiento se multiplican. Por ejemplo, gracias a una máquina industrial ya - adquirida proveerán de jugo envasado, en garrafones y en embalajes más - pequeños, a clientes potenciales a quienes no les interesa contar con una - máquina; para ello, ya están en contacto con distintos proveedores de envases - y calculan que a fines de año ya habrán iniciado este negocio.

- Asimismo, en un proyecto conjunto con Zumex, les comprarán otras - exprimidoras industriales para vender jugo envasado directamente a - restaurantes, hoteles y bares; la empresa española invertirá en la - instalación y en equipos de procesamiento y refrigeración del producto y - participará de las utilidades por la venta final.

- Becker calcula que con la producción de los 15 socios actuales conseguirán - el volumen requerido para crecer en los próximos dos años. Y, entre otras - cosas, piensan extenderse muy pronto a Acapulco, Cancún, Guadalajara, - Monterrey, Puebla y Cuernavaca. La intención es seguir creciendo.