Trabajo soñado
Sentados en las aulas de las más prestigiadas universidades de México, los estudiantes de un MBA aún sueñan con trabajar en una superempresa. Pero otros tienen un sueño más grande: iniciar su propia empresa.
- El espíritu emprendedor se cuela cada vez más entre los nuevos líderes del país. Según una encuesta realizada por Expansión entre casi 400 estudiantes de MBA, la opción más deseada no es ninguna compañía nacional o extranjera de dimensiones globales, sino iniciar un negocio propio.
- Aunque las escuelas de negocios impulsan cada vez más el espíritu empresarial, si se trata de jóvenes sin experiencia laboral, esto es un error, dice Arseny Lepyavka, presidente de Laboro 50/50, ya que, advierte, “las posibilidades de fracaso son más altas”.
- Al contrario, para Claudia Amezcua, directora del Centro de Dirección de Carrera del IPADE, esta tendencia es muy positiva porque así es como se generan los empleos del futuro y el crecimiento económico. “A los estudiantes les decimos: si vas a emprender, emprende de una vez”.
- Aunque el cambio en los sueños de los nuevos MBA ya empezó, la mayoría (63%) sigue mirando las grandes empresas. Y tres mexicanas, Cemex, Bimbo y FEMSA, son las preferidas. ¿Qué ven en estas compañías que no ven en las otras?
- El prestigio de la empresa, los buenos sueldos y las prestaciones son los atractivos, dice Mariana Becerra, subdirectora de Relaciones Empresariales y Gubernamentales del ITAM. “Ofrecen un claro plan de vida y de carrera”, comenta Alberto del Castillo, director de Selección y Consultoría de Adecco. Los MBA buscan “aprender más de lo que ya saben de manera estructurada”, dice Lorenzo Valle, director de Educación Ejecutiva y Vinculación Empresarial del Tec de Monterrey, Campus Santa Fe.
- Del otro lado, las empresas aprecian el plus de un MBA, pero lo ponen en su justa dimensión. Por ejemplo, dice Luis Hernández, vicepresidente corporativo de Organización de Recursos Humanos de Cemex, de sus 500 ejecutivos en puestos de gerencia administrativa, casi 50% cuenta con una maestría. Pero el MBA no lo es todo, aclara. “Es parte muy valiosa en la formación, pero no es una credencial que garantiza los resultados de una persona”.