Una de las partes del cuerpo masculino en la que las mujeres más se fijan –después de las pompas– son las manos y, por consecuencia, las uñas. Pero las falanges atendidas no impresionan nada más al sexo opuesto. Si están en mal estado dan al traste con el mejor traje o la corbata más fina. Cada vez es mayor el número de personas afectadas por el síndrome de la onicafagia (comerse las uñas o arrancarse la piel que las rodea). Algunas de las causas de tal práctica son imitar a los padres, liberarse del estrés o sustituir al cigarro.
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La dermatóloga Adriana Cortés afirma que es perfectamente bien visto que un hombre se haga manicure, además de que en casa es importante seguir estos prácticos consejos:
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- Por las noches, sumergir las manos 10 minutos en agua tibia con unas gotas de aceite de almendras y luego secar muy bien.
- Consumir gelatina, que contiene zinc y algunos aminoácidos azufrados, los cuales benefician al crecimiento de las uñas y el cabello.
- No cortar las cutículas: solamente sacar los cueritos sobrantes.
- Dar masaje a los dedos de su base hacia la punta; esto estimula el crecimiento de las uñas.
- Usar un cepillo de cerdas rígidas para limpiar el interior de las uñas sin separar su borde.
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