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Un tipo duro

La historia de un hombre que, aunque no lo admite, trabaja para ganar amigos.
mar 20 septiembre 2011 02:55 PM

Ángel es un tipo duro. todas las mañanas, muy temprano, llega mal encarado -a su oficina y, como gesto de “buenos días”, gruñe a todos los colegas con -los que se encuentra a su paso. Su placer más íntimo es sentir que la gente se -refiere a él como The Tough Guy. No es para menos: ha construido respeto a su -alrededor a través del mal humor y palabras altisonantes.

- Pero Ángel esconde secretos. La verdad es que su carácter rudo es una -máscara hecha a la medida para ocultar un corazón de pollo. Aunque se le -suele encontrar vociferando en los cubículos de sus subalternos, cada insulto -proferido surte el mismo efecto que dibujarles un corazoncito en un cuaderno: es -su estilo personal de mostrar afecto. Y la gente lo sabe.

- Por supuesto, a él no le gusta que sus colegas hayan desentrañado su -proceder misterioso, porque entonces su dureza se vuelve un simple y esquivable -mito genial. La fórmula deja de ser eficaz cuando se descubre que todo es un -montaje. Él desea seguir siendo visto como The Tough Guy. Él anhela transitar -por los pasillos y respirar la adrenalina que se percibe en los cubículos. En -realidad, Ángel quiere ser venerado y que su solo rostro sea sinónimo de -temor.

- Algo que contribuye a la altivez de este hombre es su posición en la -empresa: es uno de los líderes del producto bandera de una compañía en alto -crecimiento. Y se ufana de ello. Casi con el logo de ese producto impreso en la -frente, se regodea ante los demás de estar dentro del selecto equipo de vacas -sagradas de la firma. Así, a su rudeza se suma la arrogancia. Después de todo, -la combinación es exitosa: duro y arrogante son adjetivos que sí se llevan, -entendiendo que lo que jamás debe mezclarse es arrogancia e ignorancia. O, como -dice otro colega de la misma firma: “Humilde sí, modesto jamás”.

- El problema para Ángel, como ya dijimos antes, es que sus performances de -jefe duro ya han sido desenmascarados por la mayor parte de su equipo. Quizá -por eso él siempre insiste en traer nuevas caras a sus filas: los recién -llegados son presa fácil y es más sencillo aniquilarlos de pánico. Para su -infortunio, la gente le tiene tanto aprecio que la rotación de personal en su -equipo es casi nula, por lo que debe resignarse a proferir los mismos insultos a -los mismos personajes. Tan ineficaces son ya los regaños, que el día de su -cumpleaños todo el equipo de trabajo se puso de acuerdo en obsequiarle una -tarjeta (de esas que tienen paisajes cursis en la carátula) con el siguiente -pensamiento: “Tu corazón, Ángel, es demasiado traidor. Te queremos.” Tras -el exabrupto que todos pueden ya imaginar, Ángel pidió una semana de -vacaciones.

- Entendámoslo: no está acostumbrado a tener amigos en la oficina y -necesitaba tiempo para procesarlo. Últimamente se le mira demasiado sonriente. -Ni modo.

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* Javier Martínez Staines es director Editorial de Grupo Editorial -Expansión y, felizmente, conoce a muchos tipos duros de corazón blando.
-Comentarios: jstaines@expansion.com.mx.

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