Una empresa horinzontal

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El concepto delayering (algo así como “eliminación de niveles”) ayuda a mejorar la eficacia de la empresa y se refiere, en términos sencillos, al diseño y creación de una organización más horizontal en sus esquemas de operación. Es decir, cuando los niveles de administración entre el cliente y el director de la empresa son muchos, las decisiones –normalmente– se vuelven lentas y, en la mayoría de las veces, poco objetivas.

- Delayering, precisamente, se logra al anular niveles administrativos, no colaboradores. Uno de los grandes errores, al aplicar esta técnica, es –adivinó– que la ligan con despidos masivos de personal. Por ello, el delayering deberá planearse y ejecutarse por el director, sí, pero en conjunto con la primer línea de mando.

- Es muy importante que, antes de ejercer las acciones correspondientes, se comunique el objetivo del delayering al personal. Al hacer una reestructura es recomendable no destruir el espíritu que mueve a su empresa (la confianza de los trabajadores).

- El número ideal de niveles administrativos dependerá del tipo de producto o servicio y, claro, del tamaño de la organización (recuerde que delayering no es sólo cambiar el organigrama y las tarjetas de presentación). El resultado teórico: todo el personal deberá tener una nueva filosofía de trabajo, donde la rapidez sea factor decisivo.