Los costos de nómina para los dueños de las discotecas Bar-Río, ubicadas en Monterrey, Nuevo León, aumentaron hasta 15% en el último año. El ausentismo y las enfermedades habían disparado tal índice. Esto era raro, así que decidieron contratar un programa de detección de adicciones entre sus empleados.
- Comprobaron que aquellos trabajadores que daban positivo en adicciones eran más propensos a aumentar el índice de accidentes y de ausentismo aduciendo problemas de salud. Esto provocaba mayores gastos en el pago del Seguro Social y en sueldos extras para reemplazar al personal enfermo.
- Las grandes compañías son las que más solicitan este tipo de pruebas, dice Federico Lozano, director de KaBla Diagnósticos, dedicada a la detección de adicciones. “Estas prácticas ya forman parte de su cultura empresarial”, subraya. Los exámenes antidrogas son comunes entre las empresas estadounidenses desde 1997.
- En México la detección de adicciones está en auge en los estados fronterizos por su cercanía con EU, según KaBla, empresa cuyas ventas aumentaron casi 50% en 2003.
- Los programas antiadicciones más comunes consisten en “tirillas” reactivas, también llamadas inmunoensayos, similares a una prueba de embarazo que indican si el individuo presenta cierto nivel de metabolitos de droga (cocaína, mariguana y anfetaminas) en su orina.
- Una tirilla de las tres drogas básicas cuesta unos $100 pesos e incluye el servicio de un profesional que aplica los exámenes. Varias empresas compran sólo las tirillas y las aplican ellas mismos. La tirilla sube de precio si es capaz de detectar otro tipo de droga.