Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Voz de alerta

-
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

Con el ataque a Nueva York vimos una reacción paradójica en la frontera: la compra de divisas del país afectado por la crisis. Típicamente esperaría uno lo opuesto. Más aún en el largo plazo, debido a que si la Reserva Federal tolera un poco de inflación para generar optimismo con un mayor crecimiento económico, podría haber una depreciación del dólar frente al peso. Ello no sucedió sino hasta el martes.

- -

El sistema financiero internacional demostró que estaba preparado para enfrentar una crisis de esta naturaleza. La inmediata coordinación de los bancos centrales de todo el mundo para fortalecer los mercados accionarios (a través de la eventual compra de acciones), hizo pensar dos veces a aquellos que en medio del pánico inicial estaban dispuestos a vender a cualquier precio con tal de tener activos "duros" en las manos.

- -

Las implicaciones de largo plazo apenas las empezamos a conocer. Sabemos que Lloyd’s estima de manera preliminar que se pagará alrededor de $30,000 millones de dólares en indemnizaciones por daños asegurados y que el Congreso de Estados Unidos autorizó de manera casi inmediata $40,000 millones de dólares para apoyar los esfuerzos de ayuda y reconstrucción y con el fin de financiar una guerra contra el terrorismo.

Publicidad

- -

Sin embargo ésta costará mucho más que eso en seguridad. Todos los días cuatro millones de pasajeros transitan por los aeropuertos de Estados Unidos. Difícilmente otra economía se acerca a depender tanto de este medio de transporte. Trastocada la confianza en sus sistemas de seguridad, imagine que se agregue un costo de $10 dólares a cada boleto. Ello implica un gasto diario de $40 millones de dólares y $15,000 millones de dólares anuales sólo en aeropuertos.

- -

Pero los estadounidenses no tienen por qué pensar que los actos terroristas habrán de concentrarse en los aeropuertos. Esto afecta a todo el sistema de transporte, al sector energético y nuclear, y hasta a universidades.

- -

Imaginemos también las implicaciones que este golpe a la confianza tendrá sobre la policía internacional. ¿Seguimos estando igualmente seguros de que ningún grupo de jóvenes físicos fanáticos puede armar una bomba nuclear en el patio trasero de su casa en cualquier poblado de la India, Pakistán o Bielorrusia? Habrá que verlo.

- -

Las embajadas, los puentes fronterizos, todos los grandes edificios y las terminales del metro; el ciberespacio, los gasoductos y oleoductos; las refinerías, las minas y los estadios deportivos. ¿Quién puede predecir con certeza qué sigue y qué clase de esfuerzos de protección tendrán que poner en marcha los vecinos del norte y otros gobiernos?

- -

El autor es socio director de Quántica Consultores.

-

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad