Aerocalifornia ofrece a sus pasajeros lo que pocos: fumar. No lo anuncia abiertamente. La empresa lo comunica a través de la grabación de bienvenida en sus aviones. Permite hacerlo en vuelos de 90 minutos de duración y más.
- “Ha de ser una grabación vieja”, comentó hace unas semanas un ingeniero cuando abrochaba su cinturón de seguridad. Pero la cinta es actual y también excepcional: las demás aerolíneas anuncian todo lo contrario. Desde 1992 más y más compañías de aviación de todo el mundo acataron la recomendación de la Organización de Aviación Civil Internacional de vetar de manera voluntaria el consumo de tabaco en vuelos internacionales.
- Otras han tenido que extenderlo a vuelos domésticos, porque sus países lo hicieron ley. Aeroméxico, Mexicana y las demás líneas aéreas afiliadas a la Cámara Nacional de Aerotransportes hicieron suya la prohibición, obligadas en parte por los convenios que tienen con aerolíneas del extranjero.
- Esto sitúa a Aerocalifornia en un reducido grupo que tiene asientos para fumadores. Actualmente, la firma mueve cuatro millones de pasajeros al año en sus rutas regionales. Se trata sobre todo de hombres de negocios, dice Simón García, consultor de aviación. “Fumar es otro atractivo, es un plus”, añade. Pocos agentes de viajes conocen esta cualidad. El marketing lo hacen los mismos pasajeros. Rafael Tablado la descubrió hace dos años, cuando otro pasajero encendió un cigarrillo y ninguna aeromoza se lanzó sobre él para apagarlo. Se puede fumar en los trayectos entre la capital y Mérida, y Tijuana y La Paz, entre otras rutas.