La industria constructora mexicana fue el segundo sector más dinámico de la economía durante 2003. Con 3.2% de participación, se ubicó después de servicios financieros, que tuvo 4% del PIB nacional. Si sólo se considera el comportamiento de las áreas industriales, fue la primera, por encima de minería (2.7%) y electricidad (1.3%).
- Analistas de Ixe, BBVA-Bancomer y Santander Serfin atribuyen este formidable crecimiento a la dinámica del sector vivienda, que logró inversiones por $12,000 millones de dólares. Para Jorge Videgaray, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, el impulso que registró la actividad se justifica también en varios proyectos de infraestructura multianuales, que permitirán sostener el ritmo en los años venideros.