¿Fin a la guerra del aguacate?
En 1907, mientras William H. Taft hacía campaña para suceder –al año siguiente– a Teodoro Roosevelt en la presidencia de Estados Unidos y Porfirio Díaz en México se sacudía las consecuencias de la represión de obreros en Cananea y río Blanco, entre los dos países se iniciaba una guerra que habría de durar más de 90 años: la del aguacate.
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En su último año de permanencia, el gobierno de Roosevelt decidió prohibir las exportaciones de la fruta mexicana, porque se habían detectado algunas plagas, como la del gusano barrenador. La célebre reunión de Ciudad Juárez entre Díaz y Taft, el 16 de octubre de 1909, dejó de lado el asunto.
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Ahora, en noviembre próximo, después de decenas de acuerdos comerciales, de más de 20 reuniones presidenciales y la firma de un Tratado de Libre Comercio, el aguacate mexicano volverá a cruzar el río Bravo, pero con ciertas limitaciones. El gusano barrenador del hueso, que provocó el veto, sigue presente por lo menos en 28 municipios de Michoacán –principalmente de la zona de tierra caliente–, los cuales no podrán vender su producto al mercado estadounidense.
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Tan sólo en Tacámbaro, uno de los municipios que se encuentran en la lista negra del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, se destinan 5,295 hectáreas a la producción de aguacate y de cada una de ellas se obtienen hasta nueve toneladas del fruto.
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Las zonas libres de plagas, sin embargo, son mayoría y se calcula que 14,000 hectáreas de huertos aguacateros –antes infectados– cuentan ya con cartilla de sanidad y otras 2,000 la obtendrán antes de que termine el año; es decir, podrían pasar las pruebas del gobierno estadounidense y exportar el producto al mercado más grande del mundo.
- -MICHOACÁN, PRIMER LUGAR
-Actualmente se cultiva el aguacate en Nayarit, Morelos, Puebla, Sinaloa, Guanajuato y Michoacán, aunque en este último estado se cultiva 80% del total nacional y ostenta con orgullo el primer lugar mundial en producción del fruto. Por ello, expertos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, y del Colegio de Posgraduados de la Universidad de Chapingo trabajan casi a marchas forzadas para que el año entrante la entidad michoacana quede libre del gusano barrenador y pueda incrementarse la productividad. -
A pesar de que Estados Unidos es considerado el mercado más grande del mundo y de que el veto al aguacate ha durado tanto tiempo, una vez que se abran las fronteras sólo se calcula exportar alrededor de 6% de la producción nacional a la tierra de las barras y las estrellas, es decir, aproximadamente 5,000 toneladas.
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En 90 años de prohibición, la industria del aguacate mexicano ha tenido una fuerte evolución. Cada año se producen cerca de 90,000 toneladas y existen registradas en el Directorio de Exportadoras del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) 30 empresas que se dedican a exportar el producto tanto fresco como congelado. Un ejemplo es Agrícola Dovi, que tiene su principal mercado en Francia. Sin embargo, el valor de las exportaciones es tan pequeño que no merece un apartado especial en las estadísticas de comercio exterior del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), como lo tienen la fresa, el melón, la sandía o el algodón.
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El cultivo del aguacate se ha diversificado: del aguacate criollo de entre cinco y 10 centímetros de largo, con una cáscara delgada y un hueso relativamente grande, se ha pasado al aguacate -hass (casi 80% de la producción nacional es de esta variedad), que tiene un hueso más pequeño, una cáscara más fácil de pelar y mayor cantidad de pulpa. Otras variedades, como el fuerte o el antillano, tienen menor demanda tanto en México como en el extranjero.
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La burocracia aguacatera y las organizaciones campesinas también han surgido y lo mismo existe una Unión Nacional de Productores de Aguacate (UNPA), lidereada por Gonzalo Moreno Cervantes –que agrupa a 9,000 miembros–, que una Comisión del Aguacate Mexicano (CAM), dirigida por Enrique Bautista Villegas, y una Asociación de Empacadores y Exportadores de Aguacate (AEEA), presidida por Ricardo Salgado.
- -EUROPA, PRINCIPAL DESTINO
-Estadísticas de la AEEA señalan que en el ciclo agrícola 1995-1996 las exportaciones llegaron a 40,000 toneladas, lo que significa que alrededor de la mitad de la producción se destinó al mercado externo y la otra al mercado nacional, donde el aguacate llegó a estar en ofertas hasta de $3 ó $4 pesos el kilo. -
Sin embargo, para el presente ciclo agrícola, la exportación del fruto a Europa ha tenido una reducción superior a 10% y sólo se han logrado colocar 35,405 toneladas en el exterior, en mercados muy diversificados. Tan sólo los productores de Uruapan, Michoacán, vendieron aguacate a 12 países como Francia, Canadá, Holanda, Suecia, Dinamarca, España, Alemania y Nueva Zelanda. Y para este año, además del mercado estadounidense, planean llevarlo a El Salvador, Costa Rica, Argentina, Alaska y Hong -Kong.
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Según informes de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, es importante que en este año, mientras se consolida la exportación de aguacate a Estados Unidos, los productores refuercen sus vínculos con el mercado tradicional –Europa–, donde actualmente se encuentra el principal destino de este fruto, procedente del árbol lauráceo originario de México.
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Durante los largos años de prohibición en la Unión Americana, los agricultores de ese país comenzaron a cosechar aguacate en grandes cantidades para su mercado interno (incluso ha habido algunas reuniones entre los productores nacionales y los estadounidenses). Para ello, contaron con el apoyo de miles de michoacanos que huyeron de su tierra y atravesaron la frontera para trabajar en suelo estadounidense. De acuerdo con el estudio -Situación demográfica de México, 1997, del Consejo Nacional de Población (Conapo), los migrantes laborales que recorren más distancia son los que se dirigen a California provenientes de estados como Michoacán.
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En una entrevista colectiva realizada en Uruapan, el dirigente de la UNPA señaló que la alianza entre los aguacateros de México y Estados Unidos sería provechosa para las dos naciones, aunque explicó que los de este lado de la frontera “debemos estar preparados con producción suficiente y de calidad”.
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Por lo pronto, mientras se hace realidad el envío de aguacate al vecino del norte, tanto las autoridades como los productores mexicanos han comenzado a realizar campañas para aumentar su presencia en Europa y para ganar mercado en los países asiáticos, aunque definitivamente algunos municipios y poblados con nombres esdrújulos purépechas –como Ziracuarétiro– no aparecerán en la lista de exportadores por contar todavía con algunas plagas de gusano barrenador.
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Una de las preocupaciones de los consumidores mexicanos es que, cuando se venda al mercado estadounidense, se envíen los mejores productos allende la frontera –como sucedió con la fresa (la cual, por cierto, ha mantenido precios bajos en el mercado nacional por haber disminuido las exportaciones a Estados Unidos)– y aquí haya que poner en las tortas aguacate de segunda. Ojalá y no suceda así.