¿Fobaproa personal o nafta rail?
Aunque el desenlace en el caso Transportación Marítima Mexicana (TMM) está todavía por definirse, los escenarios indican que al menos durante los próximos dos meses la empresa de José Serrano Segovia será objeto de escándalos.
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Desde que en abril pasado prácticamente se declaró en insolvencia, al no poder hacer frente a pagos de deuda –$200 millones de dólares de corto y más de $1,000 de largo plazo–, se han sucedido varios hechos inéditos en la historia empresarial mexicana.
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Ofreció en venta las acciones de TMM Puertos y Servicios a Stevedoring y las de Transportación Ferroviaria Mexicana (TFM) a Kansas City Southern (KCS). La primera operación se realizó sin problemas. La segunda se echó para atrás el 15 de agosto.
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El Tribunal Fiscal de la Federación dictaminó que Hacienda debe devolver IVA a la firma por $950 millones de dólares.
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En el ínterin, se involucraron en el proceso personajes clave en el sexenio de Ernesto Zedillo, como Vicente Corta –actor central en el Fobaproa y el IPAB, y abogado de KCS en México– y Marco Provencio –ex vocero de la Presidencia, y ahora publirrelacionista de TMM–.
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En lo que se refiere a la venta de TFM a KCS, la organización estadounidense promueve la acción legal a través de la Comisión de Valores y Bolsa y la Asociación Americana de Arbitraje, con el fin de que se dirima en el vecino país el incumplimiento de TMM en la venta de 28 % de las acciones, operación que implicaría aproximadamente $200 millones de dólares. Por lo pronto la moneda está en el aire: ¿Nafta rail o Fobaproa personal para TMM?