Y pensar que a principios de este siglo el mundo sólo tenía un satélite: la luna. Ahora, 160 satélites artificiales flotan alrededor del planeta.
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Esto ha dado lugar a una gran industria y alrededor de ella, un nuevo segmento de mercado para las pólizas de seguros. Los costos de producción, transporte y puesta en órbita son muy elevados como para correr el riesgo de perder un satélite sin estar debidamente protegido.
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En México sólo Axis ha querido probar en este campo. No sólo cubren seguro de satélites mexicanos, sino para chilenos y brasileños.
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La intención surgió, a decir de su presidente Guillermo Martínez de Velasco, “de la oportunidad que tuvimos de participar en los proyectos de los Satélites Solidaridad y del entrenamiento que recibimos en el extranjero. No quisimos quedarnos en los ramos comunes del aseguramiento”.
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Hasta ahora, la industria de seguros a satélites había crecido lentamente. Pero la demanda de servicios satelitales ha crecido, sobre todo por las necesidades de comunicación del sector financiero.
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Se espera que al menos en los próximos cinco años en Latinoamérica se pongan en órbita cinco satélites nuevos.
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No sólo ha aumentado la demanda de seguros, también ha cambiado el carácter. Ya no sólo se habla de una cobertura de activos, sino de tipo financiero, de tal manera que el propietario del satélite pueda asegurar construcción, transporte, vida en órbita, utilidades y el pago de los intereses.
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En América Latina sólo existen pólizas de este tipo en México, Brasil y Argentina.
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