Vitaminas para el equipo
En junio de 2011, Lizbeth Miles, directora de recursos humanos de Cassidian SCS -fabricante de sistemas aéreos militares y tecnologías avanzadas de radar-, platicaba con Fréderic García, CEO de la firma, sobre el nuevo reto que enfrentaba la empresa: formar equipos de alto rendimiento.
El objetivo era que cada empleado superara los objetivos de sus funciones y trabajara por una meta en común bajo ejes estratégicos como resonancia, comunicación, liderazgo y cohesión.
Después de analizar las opciones para lograr el objetivo, la empresa implementó un programa que inició con sesiones individuales de coaching.
Cada 15 días, de julio a diciembre, un consultor externo trabajó con el equipo directivo para detectar fortalezas y áreas de oportunidad. "Nos preocupaba que no hubiera comunicación efectiva", recuerda García.
La compañía pertenece a Grupo EADS, una multinacional de sistemas de radiocomunicación móvil troncalizados y proveedora de servicios de misión crítica en México.
Jorge Garrido, director comercial de la empresa, fue uno de los ‘coacheados'. En los cinco meses que duró su capacitación analizó a detalle las fortalezas y flaquezas de sus 27 colaboradores. También replanteó cómo se hace una junta. "Antes eran de dos horas, hoy en 45 minutos resolvemos pendientes", señala.
A partir del coaching, los directores crearon medidas para generar un efecto de resonancia, como por ejemplo, que los empleados entiendan como sus acciones impactan a la organización.
También nació un programa de talleres para que el personal se capacite en equipos de alto rendimiento y un esquema de voceros, que consiste en elegir a personas de diferentes áreas para transmitir información relevante de la empresa a todos los niveles.
"Todos contribuyen al éxito de la compañía", explica el director de Cassidian.