El poder de los números
A finales de abril, el Pew Hispanic Center difundió un estudio que muestra que la migración neta de México a Estados Unidos ha estado en ceros desde 2007. Este hallazgo cobra importancia porque podría dar paso a una discusión menos polémica sobre una reforma migratoria en Estados Unidos. También invita a una reflexión sobre el poder potencial de la población méxico-americana.
El Partido Republicano lleva años arremetiendo en contra de la migración ilegal y ahora no será fácil seguir asustando a la población con el mismo ‘petate del muerto'. La percepción de que el gobierno ha logrado establecer un mejor control sobre los cruces fronterizos podría hacer más factible una reforma migratoria en caso de que el presidente Barack Obama gane la reelección. Y más vale que así sea, pues Obama lleva prometiendo esto desde que estuvo en campaña la primera vez.
La población hispana que puede votar ha aumentado mucho en los últimos años -de 17.3 a 20.3 millones entre 2006 y 2010- y seguirá creciendo. Tarde o temprano, los que hoy viven en la sombra estarán regularizados y llegarán a las urnas. Se estima que cada mes cumplirán 18 años aproximadamente 50,000 hispanos, lo que aumenta el poder político de esta población.
Los mexicanos son, por mucho, el grupo de mayor peso entre la comunidad hispana. Doce millones de mexicanos por nacimiento viven en territorio estadounidense, pero 50% sigue en la ilegalidad.
La población de origen mexicano -que incluye a los hijos y nietos de inmigrantes- ha crecido de manera importante en la última década, de 20.6 millones en 2000 a 31.8 en 2010. Cuando se habla de un mercado hispano, entonces, se habla en su gran mayoría de mexicanos que componen 63% de la población hispana y 10% de la población nacional en EU. Pintar a todos los grupos hispanos con la misma brocha no tiene sentido, pero, sin duda, entender los valores y las preferencias de los méxico-americanos como consumidores ayuda a cubrir a la gran mayoría de los hispanos en ese país.
Este hecho tiene implicaciones de mercado no solamente para los llamados ‘productos de nostalgia', sino también para la mercadotecnia de productos de consumo masivo. El atractivo mercado hispano es de un billón de dólares y el ingreso promedio anual de esta comunidad es de 38,039 dólares por persona.
En términos culturales y de idioma, EU es cada vez más mexicano. A nivel nacional, 12.8% de la población estadounidense habla español y en algunos estados como California, Nuevo México y Texas el porcentaje llega casi a 30%. Hoy en día, hay escuelas públicas en California donde se enseña el español como idioma principal. Poder hablar español es algo deseable en EU porque te hace más competitivo, pero entender la cultura mexicana es aún más valioso.
¿Qué tanto ha aprovechado México la existencia de esta enorme población fuera de su territorio? Poco todavía. En general, los méxico-americanos tienen gran interés en mantener sus tradiciones culturales y su idioma y podrían convertirse en aliados naturales de México en la formulación de la política exterior de EU y en forjar una nueva identidad estadounidense. A pesar del peso numérico de los méxico-americanos, todavía ejercen mucho menos poder político que grupos más pequeños, como los cubano-americanos, los irlandeses y la comunidad judía, para nombrar algunos ejemplos.
El próximo gobierno de México debería pensar de manera más creativa cómo potenciar esta relación. Tanto para los políticos como para los empresarios, resulta más necesario que nunca entender las preferencias de millones de méxico-americanos que mantienen y valoran su identidad cultural fuera del territorio nacional.
La autora es Consultora en Estrategias de Políticas Publicas.
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