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La estocada final

La propuesta del gobierno saliente de rescatar la banda de 2.5 GHz es una muestra más del poco interés que tuvo por una política integral de telecomunicaciones.
lun 01 octubre 2012 04:48 PM

El anuncio del rescate de la banda de 2.5 GHz a la empresa MVS por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) es la cereza del pastel en el rotundo fracaso de la política de telecomunicaciones del actual gobierno, que bien podrá anunciar como Luis XVI: "después de mí, el diluvio" (léase Televisa).

Después del fracaso de las negociaciones para renovar a MVS las concesiones del espectro en la banda de 2.5 GHz, por la supuesta falta de acuerdos en el pago de la contraprestación, han empezado a salir los trapos sucios.

La ley permite ampliar los permisos y otorgarlos para nuevos usos, previo pago de un 'impuesto' al gobierno. En esto, la SCT ha actuado conforme a la ley. El problema es el manejo parcial que se le ha dado al asunto, que vislumbra tratos discriminatorios a favor de la televisora de San Ángel, como valientemente han señalado Jenaro Villamil en El sexenio de Televisa y académicos de la talla de José Luis Ortiz, al documentar los 'pactos en lo oscurito' de las administraciones priístas a favor del Tigre Azcárraga en la XEW (México en guerra, Ideas en tormenta y Una radio entre dos reinos) y ahora en beneficio de su príncipe heredero.

Los dos factores que -a juicio del analista José Yuste- han jugado para la expropiación de la banda son que se trata de un recurso inutilizado, por el que el Estado no recibe un peso, y la negativa de MVS a pagar por las concesiones un precio justo conforme a mercado. En la banda de 2.5 no pasó ni lo uno ni lo otro...

Es una banda infrautilizada, que permitiría proveer de servicios de banda ancha a todo el país. No olvidemos que Telcel presta servicios a más de 70 millones de usuarios sólo con la mitad del espectro de MVS. En esto tiene razón Eduardo Pérez Motta: hacen falta más operadores y es necesaria más competencia en banda ancha. Y allí es donde la Comisión Federal de Competencia sí plantea la necesidad de operar la banda de 2.5 GHz cuanto antes, ya sea con MVS u otros operadores distintos de los que ya están en el mercado. ¿Se logrará este propósito? Claramente no. MVS anunció un largo calvario jurídico para defenderse y está en su derecho.

Joaquín Vargas, dueño de MVS, anunció que la pelea podría durar al menos cinco años. Un lustro más en el que se dejarían de invertir miles de millones de dólares en infraestructura de telecomunicaciones. Además se eliminaría la posibilidad para aumentar la competencia y, en consecuencia, bajar las tarifas y ampliar la cobertura.

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Héctor Olavarría, subsecretario de la SCT, explicó que la propuesta de MVS fue pagar sólo 0.4 centavos de dólar por MHz, con su plan de negocios Clearwire, y conservar 120 MHz. Olavarría señaló que el gobierno pretendía una contraprestación de 13,400 millones de pesos y MVS proponía pagar sólo 51 millones. ¿Y no le regalaron el espectro a ciertos participantes en la licitación 21, alegando que no había fines recaudatorios, según la sentencia contra la Ley Televisa de la Corte? El gobierno es un buen sofista, como Protágoras: manipula los argumentos de acuerdo a su conveniencia.

Otros dos datos sospechosos: la banda de los 700 MHz está prácticamente libre y después del apagón analógico de la televisión, en el 2015, habrá más frecuencias libres, y ¿por qué el gobierno amplió sin contraprestación ciertas concesiones al duopolio televisivo, a través de canales espejo, conocidos como multiplexación y sin licitación? Como la novela La rebelión en la granja, de George Orwell: todos somos iguales, pero algunos somos más iguales que otros.

El autor es doctor en Derecho Económico, profesor investigador de la UAEM (Morelos) y responsable del área de competencia y consumidores del despacho Jalife y Caballero.

Comentarios: opinion@expansion.com.mx

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