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Sin empaque

Cuando Amazon abrió una bodega en Rugeley, Inglaterra, los lugareños estaban maravillados. Con el tiempo, su llegada se convirtió en una decepción.
vie 12 abril 2013 09:56 AM
El almacén de Amazon tiene la extensión de nueve campos de futbol. (Foto: Reuters)
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En medio de una central de energía cubierta de hollín y de un canal de aguas marrón en el borde de una pequeña ciudad inglesa hay un edificio que parece fuera de lugar. Es una enorme caja azul, semejante a una pincelada de cielo de verano en un paisaje industrial y lluvioso.

Dentro del edificio, cientos de personas con chalecos naranjas empujan carros en un espacio del tamaño de nueve canchas de futbol, mientras echan un vistazo a las pantallas de sus computadores portátiles de navegación satelital. Buscan instrucciones sobre dónde tienen que ir y qué tienen que recoger cuando lleguen al destino indicado. No pierden tiempo: los dispositivos también miden su productividad en tiempo real. Posiblemente, cada uno de ellos camina entre 10 y 25 kilómetros al día.

Los trabajadores de este edificio, junto con otros en siete edificios similares en distintos puntos de Inglaterra, despachan cada tres minutos un camión lleno de paquetes. Antes de irse  a casa al final de su jornada de trabajo, deben pasar por dispositivos de seguridad similares a los de los aeropuertos para demostrar que no están llevándose nada. También pasan frente a una imagen en tamaño real de una rubia vestida con su mismo chaleco naranja. "Éste es el mejor trabajo que he tenido", dice el globo de diálogo cerca de la cabeza de la rubia.

Si pudiéramos cortar al mundo en una rebanada, podríamos leer la historia de esta ciudad inglesa llamada Rugeley en sus capas. Por debajo del suelo pasan los túneles y pozos de la mina de carbón que alimentaba la central eléctrica y que alguna vez fue el corazón de la economía de la ciudad. En la superficie de este suelo hay carros y computadoras de Amazon, el minorista que tomó su lugar.

A medida que florecen las compras en línea en Inglaterra, los minoristas tradicionales salen del mercado y esos empleos se trasladan de las grandes tiendas a bodegas como ésta. Por eso Amazon intenta resaltar la cantidad de empleos que crea en un momento de problemas económicos. El indiscutido gigante de las ventas en línea invirtió más de 1,000 millones de libras esterlinas (1,500 mdd) en sus operaciones en Reino Unido y anunció el año pasado que abrirá otras tres bodegas durante los próximos tres años y creará 2,000 nuevos empleos permanentes. En su comunicado de prensa de septiembre, Amazón citó las palabras del primer ministro David Cameron: "Son muy buenas noticias, no sólo para aquellos individuos que buscan empleos, sino para la economía británica".

Los habitantes de Rugeley, Staffordshire, sintieron exactamente lo mismo a mediados de 2011 cuando escucharon que Amazon iba a ocupar la bodega vacía y azul emplazada en el lugar de la vieja mina de carbón. Parecía que era la oportunidad para que la ciudad se reinventara luego de décadas de declive económico. Pero con esta muestra de los "empleos del futuro", la emoción de la ciudad disminuyó. La mayoría de los habitantes aún están contentos de que Amazon se haya instalado en la ciudad, ya que creen que es mejor cualquier tipo de trabajo que la falta de empleo, pero a muchos las condiciones laborales los tomaron por sorpresa y se sienten decepcionados por  la falta de estabilidad en la mayor parte de los empleos que ofrece la empresa. 

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Si existe alguien que todavía debería ser un fuerte defensor de Amazon es Glenn Watson, gerente de Desarrollo Económico en el consejo de distrito. Pero está decepcionado. "Nadie ve a Amazon como un buen empleador. No es de ayuda para nuestra economía, no es de ayuda para los individuos", dice. La transformación económica de Gran Bretaña está mínimamente representada en esta pequeña ciudad nublada.

Un imán

Casi como todos los que no tenían trabajo en Rugeley, una ciudad de aproximadamente 22,000 habitantes que en su mayoría pertenecen a la clase obrera, Chris Martin comenzó a rastrear en internet los detalles de solicitud de empleo apenas supo que Amazon había llegado a la ciudad. Los políticos locales pronto lanzaron comunicados de prensa. "Es una noticia absolutamente fantástica para Rugeley", decía el comunicado de Aidan  Burley, un parlamentario local. "La gente pide empleo a gritos".

Rugeley nunca se recuperó completamente del cierre de la mina en 1990 y la recesión en Gran Bretaña durante 2008 y 2009 afectó aún más la economía  de lugar. Chris Martin se mudó allí en 2007 con su pareja. "Ella me trajo diciendo, ‘bueno, posiblemente  encontrarás un trabajo', pero no había trabajo allí",  dice con pesar. Durante algún tiempo, el hombre de 54 años encontró un empleo nocturno en el supermercado Morrison, pero pronto se quedó nuevamente sin trabajo. No ayudaba el hecho de haber llegado recientemente a una comunidad cerrada, donde las oportunidades de empleo a menudo corren de boca en boca. "Casi todos se conocen. Si eres de otra parte, es como si entraras a un bar en un western", dice.

Por eso Martin estaba emocionado de superar el proceso de reclutamiento de Amazon, que incluye pruebas de alcohol y drogas, y de obtener un empleo en el turno nocturno. Randstad, una empresa mundial de contratación de empleados, dirigió el proceso de reclutamiento de Martin, organizó sus turnos y pagó su salario (que era prácticamente el mínimo). Luego de tres meses, si su desempeño había sido bueno, podría hacer una solicitud para ser empleado de Amazon,  aunque no había garantías de que lo conseguiría. Randstad llama a este sistema "servicios inhouse/internos" y lo describe como una "solución flexible de trabajo elaborada de manera exclusiva para cada cliente con el fin de optimizar la fuerza de trabajo e impulsar la eficacia de costos".

Uno de los beneficios para los clientes, dice la empresa en su sitio web, es "evitar los problemas administrativos que conllevan el reclutamiento y la gestión de grandes cantidades de personal".

El otoño que el almacén de Amazon inició operaciones la atmósfera era eléctrica en la gran bodega  azul. "Al principio todo era algarabía", dice un miembro del equipo de gestión de Amazon, que pidió no ser identificado. "Hermanos, hermanas, vecinos, todos estaban tan felices de tener empleo. Todo era nuevo".

Los trabajadores de los bodegas de Amazon

-o "los asociados de los centros de ejecución de Amazon", como los denomina la empresa- están divididos en cuatro grupos. Están las personas en las "líneas de recepción" y en las "líneas de empaque": desempacan, controlan y analizan cada producto que llega desde cualquier lugar del mundo, o empacan las órdenes de los clientes en el otro extremo del proceso. Otro grupo almacena los productos de los proveedores en algún espacio libre de la bodega. Ubican los productos en cualquier espacio que encuentren; en Rugeley, hay palmeras inflables  almacenadas cerca de espumadores de leche para la preparación de capuchinos y proteínas en polvo al lado de teteras. Sólo las grandes computadoras de Amazon saben dónde está cada cosa, porque los trabajadores usan sus computadoras portátiles para escanear tanto el producto que almacenan como el código del estante donde lo ubican.

El último grupo, el de los "recolectores", desplaza sus carros y escoge las órdenes de los clientes a través de los pasillos. El software de Amazon calcula la ruta más eficaz para recoger los productos a fin llenar el carro e indica al trabajador que vaya de un estante a otro a través de las instrucciones que aparecen en la pantalla del dispositivo de navegación satelital. Aun con estas rutas eficaces, es mucho lo que tienen que caminar los empleados. Uno de los nuevos "recolectores" de Rugeley perdió casi medio kilo en sus tres primeros turnos. "Son como robots, pero con forma humana", dice el gerente de Amazon. "Se podría decir que es automatización humana". Recientemente, Amazon adquirió una empresa de robótica, pero dice que mantendrá a muchas personas porque son mucho mejores para manejar la gran variedad de productos con distintas formas que vende la empresa.

A la japonesa

La modesta eficacia de las bodegas es lo que permite a Amazon hacer envíos al domicilio de sus clientes con tanta rapidez, aun cuando recibe 35 órdenes por segundo. Cada bodega tiene su propio "gerente de mejoramiento continuo" que usa las técnicas kaizen, que aplicó por primera vez la automotriz japonesa Toyota para mejorar su productividad. Hace unos años, Marc Onetto, vicepresidente senior de operaciones mundiales, explicaba a una clase de la escuela de negocios de la Universidad de Virginia: "Usamos a un grupo de japoneses. No son amables... son samuráis, los verdaderos últimos samuráis, los hombres de las plantas de Toyota".

En Rugeley, la función kaizen es ejercida por un hombre amigable llamado Matt Pedersen, que es "cinturón negro" en Six Sigma, el método de mejoramiento operacional que desarrolló Motorola, y que Jack Welch adoptó en General Electric. Todos los días, los gerentes de Rugeley hacen un "paseo genba", que, en pocas palabras, significa en japonés "ir al lugar", explica Pedersen. "Vamos a donde están los asociados y averiguamos qué les impide tener un buen desempeño hoy, cómo podemos hacer que su día sea mejor".

También hay personas que patrullan la bodega con unos pequeños escritorios montados sobre ruedas con computadoras portátiles. Son los "solucionadores móviles de problemas" que buscan cualquier obstáculo que pudiera llegar a retrasar la operación.

¿Qué piensa la gente de Rugeley sobre todo esto? Para muchos, es un choque cultural. "El comentario que recibimos es que es como estar en un campamento de esclavos", dice Brian Garner, el sofisticado director del Lea Hall Miners Welfare Centre and Social Club, un popular lugar de tragos de la ciudad.

Una de las primeras quejas de los empleados fue que las botas de seguridad les provocaban ampollas. Según los trabajadores, las botas eran de mala calidad o del número equivocado. Un ex gerente de planta, que no quiso ser identificado, dice que siempre les decía a los nuevos empleados que untaran sus pies con vaselina. "Luego pónganse los calcetines y después las botas, porque sé, por experiencia, que estas botas van a raspar sus pies y les provocarán ampollas y llagas".

Otros se quejaron de la intensa presión. Algunos ex trabajadores dijeron que las computadoras portátiles, que parecen pesadas calculadoras científicas con agarraderas y grandes pantallas, les indican en tiempo real si están atrasados o adelantados de su meta y por cuánto. Los gerentes también pueden enviar mensajes de texto a estos dispositivos para decirles a los empleados que se apuren, dicen. "La gerencia advertía constantemente al personal que no hablara entre sí para eliminar cualquier forma de pérdida de tiempo", agrega un ex trabajador de la empresa.

"Algunas de las posiciones en nuestro centro de ejecución son exigentes a nivel físico, y algunos asociados pueden llegar a realizar caminatas de entre siete y 15 millas (11 y 25 kilómetros) por turno. Somos claros al respecto en nuestra oferta de trabajo y durante el proceso de selección y, en realidad, muchos asociados buscan este tipo de empleo porque disfrutan el carácter activo del mismo. Al igual que la mayoría de las empresas, tenemos expectativas de desempeño para cada empleado de Amazon -gerentes, desarrolladores de software,  vendedores y asociados de los centros de ejecución- y medimos el desempeño real en función de dichas expectativas", dijo Amazon en una declaración.

Un ex gerente de planta y otro trabajador describen un estricto sistema de disciplina de "acumulación de tres delitos y liberación", en el cual se usa "liberación" como un eufemismo del  despido.  En un principio, la gente era "liberada" con frecuencia y con pocas explicaciones, dicen los trabajadores. Una gran cantidad de empleados fueron despedidos después del primer periodo de mucho trabajo de Navidad, algunos de ellos creían que sus empleos serían permanentes. Chris Martin dice que perdió su trabajo menos de una semana después de tomar un día de descanso debido a las ampollas de sus pies; al regresar se enteró de que su turno había sido cancelado.

Es esa falta de estabilidad laboral lo que más decepcionó a Glenn Watson, del consejo de distrito. "Nuestra definición de un buen empleador es alguien que se preocupa por la gente y les proporciona empleo constante semana tras semana, no alguien que  se preocupa por los empleados una semana y la próxima se libera de ellos", dice. El consejo había entendido que Amazon usaría los primeros 12 meses para desarrollar gradualmente su propia fuerza de trabajo, transferir al personal de la agencia a su nómina, pero hasta finales del año pasado Watson cree que sólo unos 200 empleados de la empresa eran personal de Amazon y que el resto de los trabajadores eran contratados por Randstad  y dos agencias más pequeñas. Un joven que salía de la bodega en septiembre dijo que aún era empleado de una agencia, aunque había estado allí desde que la bodega inició operaciones.

Incumple petición

Watson dice que Amazon se comprometió a enviar al consejo los datos de empleo cada seis meses, pero que no cumplió su promesa. "No teníamos idea de que Amazon iba a ser tan indiferente a estos temas. Es una sorpresa lo intransigentes que son", dice.

Dentro de la bodega, los empleados de Amazon llevan tarjetas azules de identificación y los trabajadores contratados por las agencias llevan identificaciones verdes. En las funciones más básicas, unos y otros realizan las mismas tareas por el mismo sueldo de 6.20 libras esterlinas la hora (el salario mínimo en Inglaterra es de 6.19 libras), pero los trabajadores de Amazon reciben también una pensión y acciones. Un ex trabajador de una de las agencias dice que "la gerencia nos ofrecía como incentivo la posibilidad de lograr una identificación azul, como si fuera una zanahoria frente a nosotros, a cambio de cumplir las metas del turno".

El director ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos, dijo a Forbes el año pasado: "Nuestra cultura es amigable e intensa, pero cuando las cosas apremian, nos conformamos con ser intensos".

Ransdtad dice que abastece a una serie de clientes con "soluciones de fuerza de trabajo flexible in situ". Agrega: "La cantidad de trabajadores requeridos por estos clientes varía de acuerdo con la oferta y la demanda. Cuando la demanda de productos o servicios del cliente es alta (por ejemplo, durante el periodo de Navidad), la sociedad  Randstad permite a las personas del lugar beneficiarse con empleos temporales a través de un contrato temporal, para ayudar a complementar la fuerza de trabajo permanente de nuestros clientes y cumplir con los requisitos de sus órdenes".

Sin duda, no todos en Rugeley están molestos con Amazon. Un grupo de trabajadores que toman una cerveza en el pub The Colliers, cerca de la bodega, comenta que disfruta su trabajo. Un joven empleado de la agencia dice estar feliz con su sueldo de 220 libras por semana, una cifra atractiva en comparación con las 54 libras que percibía por el seguro de desempleo.

Se compró un auto y se fue de la casa de su madre a un departamento que alquila con su novia, a quien conoció en el trabajo. "Me va bastante bien", dice con una sonrisa tímida. "Siempre hay oportunidades de crecer aquí". Otro hombre un poco mayor, sentado al frente, con un cigarro entre los dedos, agrega pausadamente: "Te devuelve tu orgullo, eso es lo que te da. Recuperas tu orgullo".

En una atiborrada Oficina de Información al Ciudadano, Gillian Astbury y Angela Jones recurren a las estadísticas para intentar identificar el efecto de Amazon en el área. La cantidad de personas que piden información sobre problemas de empleo o despidos injustificados no aumentó, pero tampoco hay mejoras en los problemas de la comunidad con deudas y falta de vivienda. Su mejor hipótesis es que los habitantes no han tenido empleo por suficiente tiempo como para que los cambios sean evidentes.

Astbury dice que las agencias de empleo son un "mal necesario", no son la alternativa ideal para las personas que pasan de un trabajo temporal a otro,  especialmente cuando un trabajo termina abruptamente y se quedan sin ingresos hasta que vuelven a cobrar sus beneficios de desempleo. Los trabajadores que salen de Amazon tienen problemas por esto, por lo que el consejo de distrito solicitó al Departamento del Trabajo y Pensiones una petición de información para averiguar con exactitud cuánto tiempo tendrá que esperar la gente de la ciudad para que Amazon pague su seguro social.

Lejos de Rugeley, los economistas británicos también están sorprendidos y tratan de explicar por qué la economía sigue moribunda si son cada vez más las personas con empleo. Los economistas piensan que el alza de empleos temporales, del autoempleo y de  los empleos de medio tiempo ayudan a explicar por qué el crecimiento económico es aún esquivo.

Angi Cooney, directora de C Residential, el mayor agente inmobiliario de Rugeley, cree que la naturaleza del empleo cambia permanentemente y las personas deberían dejar de estar atadas al pasado. Es maravilloso que una empresa como Amazon elija venir a esta "pequeña ciudad antigua", dice enojada, como si quisiera tomar la ciudad por sus hombros y sacudirla. "Las personas esperan tener un trabajo de por vida, pero el mundo ya no funciona así, ¿verdad?".

EL INTERMEDIARIO INCÓMODO
Cada vez más grandes compañías contratan a su personal a través de otras empresas, pero ése es un ejercicio que impide la transparencia.
Los acuerdos para la contratación de personal a través de un outsourcing, como el de Randstad con Amazon, son cada vez más frecuentes en Gran Bretaña, dice Chris Forde, profesor de estudios de empleo en la Universidad de Leeds. El académico identificó casos en los que los trabajadores bajo este tipo de contratos constituyen 90% de la fuerza de trabajo de ciertas empresas en sectores como la fabricación de automotores, el procesamiento de alimentos, hotelería y restaurantes.
“El mensaje (de parte de estas empresas) es que son un intermediario clave y que pueden ayudar a que las personas vuelvan a encontrar empleo, pero creo que el peligro de estos grandes contratos, los cuales son ahora el trabajo básico de la mayoría de las agencias grandes, es que las personas quedan estancadas en estos empleos temporales”. En todo Reino Unido, la cantidad de personas en empleos temporales ha aumentado 20% desde 2008 y ese grupo que no encuentra empleos permanentes creció de 26 a 40% entre 2008 y 2012.
Amazon dice que emplea a “cientos de asociados permanentes y temporales” en Rugeley y que recientemente otorgó 200 nuevos empleos permanentes a los trabajadores temporales. Dice que está orgullosa de dar a sus “asociados” un “ambiente de trabajo excelente” y destaca la capacitación en el trabajo, oportunidades para el progreso profesional, salarios competitivos, pagos en función del desempeño, otorgamiento de acciones, cuidado de la salud, plan de pensión, seguro de vida, protección de ingresos y descuentos para empleados. Y agrega: “Para brindar a nuestros clientes el mayor nivel de servicio, recurrimos a asociados temporales durante periodos de gran demanda”.

 

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