La cancillería mexicana podría pasar a la historia por establecer relaciones diplomáticas con Tuvalu, una isla-nación de Polinesia, con menos de 12,000 habitantes y 46 km2 de superficie, cuyas principales actividades económicas son el cultivo de cocoteros y la pesca.
El compromiso signado en septiembre por Relaciones Exteriores fomentará “la cooperación entre ambos pueblos, sobre todo en temas de la agenda internacional, como medio ambiente y cambio climático”.
En este sexenio también se establecieron relaciones con Micronesia y las Repúblicas de Nauru, Palau y Kiribati, de la misma zona.