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Tercera cadena

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mié 18 octubre 2006 12:00 AM

El más reciente ejemplar de TVNotas corona un legajo de documentos sobre el escritorio. Manuel Saba Ades muestra la página de la revista de espectáculos que llamó su atención: una dramática entrevista con el presentador Alan Tatcher, antigua estrella y hoy víctima de TV Azteca.

La televisora del Ajusco bloqueó en septiembre, con ayuda policial y judicial, la producción del reality Quinceañeras, de la estadounidense Telemundo, cuyo presentador es Tatcher, a unos días de que concluyera sus grabaciones. Éste es sólo un anticipo de la ‘guerra de la tele’ que se avecina. “Quiero leerla”, comenta sonriente Saba.

La convergencia digital abre nuevos espacios para la distribución de contenidos de televisión y varios grupos empresariales mexicanos quieren una concesión de un canal de televisión a escala nacional. Ese negocio ha venido perdiendo fuerza con los anunciantes, que ahora apuestan a nuevas plataformas, pero, “en México hay una oportunidad en televisión abierta mayor a la de otros mercados”, dice Saba, de 38 años, director general de Grupo Xtra y socio de Palmas 26, empresa candidata a una concesión. La baja penetración de internet y de los canales de paga hacen que en muchos hogares la televisión abierta sea la única opción.

Saba no está solo en esto. Telemundo, la segunda cadena de televisión hispana en Estados Unidos, propiedad de General Electric (GE), aporta 40% de los recursos en inversión neutra, en un proyecto conjunto para erigir Estudios Mexicanos Telemundo, donde los mexicanos tendrán 60% del capital. “Será una producción de México para exportación”, asegura el empresario.

A los 18 años, Saba comenzó a trabajar en la casa de bolsa de la familia, Operadora de Bolsa, luego pasó por los otros negocios: textil y de alimentos (harinas, pastas, comida para perros), la distribuidora de medicamentos, los hoteles y la inmobiliaria, que completan un grupo con 35,000 empleados. El fundador y cabeza de familia, Isaac Saba Raffoul, posee una fortuna de 1,400 millones de dólares, según la revista Forbes.

Saba y Telemundo, cuyo director general es Don Browne, presentaron en septiembre una solicitud a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para licitar una señal en televisión abierta. Persiguen un mercado de publicidad y contenidos valuado en más de 5,000 millones de dólares por año.

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Al binomio Saba-Telemundo, uno de los más fuertes económicamente en caso de que el gobierno licite frecuencias de televisión abierta, le compiten otras organizaciones: Grupo Imagen, de Olegario Vázquez Raña, y Multimedios TV, del regiomontano Francisco González. También quieren entrar al juego Alejandro Burillo, un “empedernido hombre de medios”, como lo definió un ex compañero suyo en Televisa; los hermanos Cañedo White (que ya probaron suerte con la productora NovaMedia y el portal Alo.com), y Francisco Ealy Ortiz, dueño del diario El Universal, que produce programas para Canal 40, usufructuado por TV Azteca mientras se aclara el limbo jurídico en que se encuentra la frecuencia.

El canal X
La posibilidad para Saba-Telemundo no es tan remota. De acuerdo con Gerardo González Abarca, comisionado de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, en el radioespectro nacional hay espacio para una tercera y hasta una cuarta cadena, que compitan con Canal 2 (Televisa) y Azteca 13.

“La apertura de una tercera cadena de televisión es una posibilidad desde el punto de vista técnico, jurídico y político”, dice Mauricio Reyes, de la consultora Asuntos Políticos.

Por décadas, las concesiones de señales de televisión fueron vistas como un botín político. Se otorgaban con base en el ‘criterio’ del Presidente en turno. La sequía de nuevas señales, que prevalecía desde 1994, pareció despejarse este año cuando el Congreso aprobó la llamada “Ley Televisa”, que delinea cómo refrendarán sus concesiones las televisoras y cómo se podrán obtener nuevas licencias.

Los aspirantes a nuevas señales refieren una y otra vez la promesa 41 del plan para los primeros 100 días del Presidente electo Felipe Calderón: “Identificar ciudades susceptibles de ser atendidas con nuevos servicios de radio y televisión”.

Del contenido al canal
El mantra de la convergencia digital dicta que el contenido es el rey. Los principales candidatos a una cadena de televisión abierta son quienes ya cuentan con una plataforma de contenidos para competir y disputar a Televisa y TV Azteca principales fuentes de ingreso.

En Monterrey, las señales del Canal 2 de Televisa y de Azteca 13 pelean por la audiencia con Canal 12, de Multimedios, una cadena regional que llega a 12 millones de telehogares con una oferta de contenidos 100% propia.

Multimedios, con casi 5,000 empleados, seguiría en televisión abierta un modelo similar al de su cadena de diarios Milenio: dar atención al contexto nacional sin soslayar lo local. Ésa fue la estrategia que ideó Jesús Dionisio González, vicepresidente de la empresa, cuando dirigía Canal 12 y observó que así tenía más rating. “El Canal 12 es la voz de la gente de Monterrey”, asegura el directivo de apenas 30 años.

Multimedios usó este esquema en cada una de las nueve ciudades que cubren en Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas. Además lanzó su servicio ‘triple play’ a través de sus subsidiarias Cablevisión Monterrey e Intercable. La empresa se interesó en comprar el Canal 40 del DF; pero descartó la idea y prefirió esperar a que se abriera una licitación. Aun ahora, mientras otras empresas han dicho “quiero”, Multimedios no ha hecho oficial su postura, pero es un hecho que sí buscará crecer fuera de su región.

Esta firma está muy interesada en un canal nacional de televisión porque les ha costado mucho crecer en su región sin licitaciones. “Si no obtiene la licitación nacional, Multimedios podría apostar a convertirse en la mayor cadena regional del país en un área de enorme crecimiento como Monterrey”, dice José Alfredo Fernández, director de Revista Telemundo (sin relación con la televisora).

Por su lado, el Canal 28, adquirido hace unos meses en 80 MDD por el Grupo Empresarial Ángeles (GEA), dueño del grupo radiofónico Imagen y el diario Excelsior, podría conformar una redacción al estilo BBC, con reporteros haciendo envíos multiplataformas. En marzo, Olegario Vázquez Aldir, director general de GEA, dijo a Expansión que buscaría participar en una licitación de televisión, si esta oportunidad se presentaba. Por ahora, con Canal 28, la familia tiene una salida para los contenidos que genera en sus otras plataformas. Grupo Imagen tiene un potencial de 22 millones de televidentes en el Valle de México, equivalente, dicen, a 70% del mercado publicitario nacional.

Así, Canal 28 podría convertirse en otro jugador nacional, si los Vázquez negocian exitosamente con Televisa para subirse a Sky y con los cableros, para entrar a ese sistema.

En tanto, el primer paso de la alianza Saba-Telemundo ya se dio. Grupo Xtra y la televisora invierten 25 MDD en la apertura de Estudios Mexicanos Telemundo, en la capital, para producir 45% de la programación para su público hispano en EU, así como para clientes en México y América Latina.

“La ruta más corta entre Los Ángeles y Miami pasa por el DF”, dice Browne, quien busca que Telemundo ya no sea el eterno segundón del mercado hispano en Estados Unidos. Su rival Univisión tiene 75% del mercado gracias a Televisa.

Además de mejorar sus costos al producir en México en vez de en EU, Telemundo ve aquí una gran plataforma para atacar otros segmentos, como el cable, donde ya participa con Telemundo Cable. Aspira de inicio a 10% del mercado de televisión abierta, y se conformaría, asegura Browne, con 20%.

Otro jugador que sigue con interés la creación de una nueva cadena, es PCTV, productora de contenidos para cableras regionales. “Si Telemundo consigue una concesión, será una fuente más de programación”, señala Enrique Yamuni, director general de Grupo Megacable y presidente de PCTV.

La empresa tenía una asociación con Canal 28 para armar contenidos, distribuir su señal y vender publicidad a través de sus afiliados. Según Yamuni, PCTV revisa su acuerdo con los Vázquez. “La idea es seguir siendo sus proveedores”.

La liquidez
El negocio de la televisión abierta entraña enormes inversiones. En cinco años, con una infraestructura ya fija, Televisa y TV Azteca han inyectado casi 1,000 MDD en equipo, redes, acceso a satélites, talento y demás. Los nuevos jugadores estarían obligados a comprar la licitación del gobierno (por un monto indefinido) y construir un negocio que hoy no existe.

Por ello, es relevante la intención de Grupo Xtra y GE que, mediante la figura de inversión neutra (con la que se permitirá entrar a un operador extranjero) destinaría al proyecto entre 1,500 y 2,000 MDD. Liquidez tienen. GE es el mayor conglomerado industrial del mundo y su división NBC Universal, dueña de Telemundo, facturó 14,600 MDD en 2005.

Casa Saba, la única compañía pública de la familia, facturó 22,000 MDP y se colocó como la empresa 75 de las 500 de Expansión, superando los 18,570 MDP que facturó la señal abierta de Televisa, y los 8,534 MDP de Azteca. “Tenemos recursos y sólo buscaremos financiamiento si se requiere”, aclara Saba.

Para los Vázquez, una inversión de estas dimensiones tendría que pasar por su consejo de administración, encabezado por Olegario Vázquez Raña y Olegario Vázquez Aldir. Por su parte, Multimedios vendió su filial de salas de cine, MMCinemas, para tener liquidez.

La lucha por entrar a la televisión abierta es paradójica ante el embate de cable e internet. Según IBOPE AGB México, de 2003 a 2006 la televisión de paga creció 76.5%, y llega a 28.6% de la audiencia nacional, en 5.8 millones de hogares (25.3 millones de habitantes). Una cifra significativa para la industria publicitaria que destina a la televisión 86.5% del total de su inversión.

Aun así, los cableros deben afinar sus contenidos, pues 43% del tiempo sus suscriptores ven los canales gratuitos, debido en parte a una razón técnica: el cable lleva con más calidad la señal abierta. Sin embargo, unos y otros resienten que los jóvenes gastan más tiempo en internet que en televisión.

En cuanto a la publicidad, Lesia Buszczack, directora asociada de Mediacom, dice que los anunciantes ya invierten 30% en la televisión de paga. Jonás Ortega, vicepresidente de Comunicación de Unilever, señala: “Las televisoras reducen sus ventas de publicidad en casi 7%”.

Ante esto, los medios en general tendrán que ampliar su oferta a otras plataformas.

El dilema entre compartir el mismo pastel para todos o hacerlo más grande, se resolverá cuando iniciativas como la del Canal 28 o Multimedios comiencen a fraguar, así como con el empuje que consiga Telemundo con sus contenidos generados en México para sus sistemas de cable afiliados.

“Cuando hay más oferta de televisión, aumenta el tiempo que la gente la mira. Todo el mundo se va a asomar, al menos una o dos veces, para ver qué está pasando”, afirma Rubén Jara, presidente de IBOPE México.

A final de cuentas, el control estará en las manos del consumidor.

Con información de Tania Lara.

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