Las abejas también consumen nicotina y cafeína para rendir más
Si las abejas fueran humanos, harían lo que muchos: tomarían café por las mañanas probablemente acompañado de un cigarro, y después, comenzar a trabajar, según una investigación.
Científicos de la Universidad de Haifa, en Israel, realizaron un estudio en el que ofrecieron a las abejas dos tipos de néctar: uno con azúcar natural y otro con azúcar, cafeína y nicotina.
Según el resultado de la prueba, los insectos prefirieron la mezcla con sustancias tóxicas.
Sin embargo, a diferencia de los humanos, las abejas no consumen dosis elevadas de estas sustancias ni desarrollan adicción.
La concentración preferida por estos himenópteros es de 1 miligramo por litro, similar a la que se encuentra en la naturaleza, bien sea en las flores de cítricos (cafeína) o en la del tabaco (nicotina).
Para el profesor Ido Yitzchaki, quien encabezó la investigación, esto podría ser un mecanismo evolutivo de las plantas para atraer a las abejas y lograr la polinización de las flores.
Es decir, las plantas que han logrado a la selección natural son las que desarrollaron los niveles equilibrados de sustancias adictivas, que es justo lo que trae a las abejas.
Pero la investigación de Universidad de Haifa no ha concluido, porque estos animales fueron expuestos a las flores de forma separada y ahora deberán probar si esta adicción también puede ser tomada al mismo tiempo.