El tren bala de China, que sigue la ruta Wuhan-Guangzhou del sureste chino cubre 1,070 kilómetros y hace parada en 15 ciudades, completando su recorrido en solamente tres horas.
El tren bala es el más rápido del mundo y se equipara a viajar en avión. China Southern Airlines está luchando por competir en esta ruta.
Esta línea es sólo el inicio de un agresivo plan gubernamental para modernizar el sistema ferroviario de China. El gobierno planea cuadruplicar la red de vías férreas de aquí a 2012, de 3,000 kilómetros con los que cuenta actualmente a 12,000 kilómetros.
Esta modernización costaría aproximadamente 360,000 millones de dólares, equivalentes al 60% del total del gasto que China promulgó para encarar la crisis, y beneficiaría a dos millones de trabajadores.
Algunas críticas al sistema son que la red ferroviaria en China está extendiéndose y los boletos de los trenes son costosos para el ciudadano común.