Ratas gigantes salvan vidas en África, detectando minas terrestres
El privilegiado olfato de Remy, la simpática rata chef de cocina de la película de Disney Ratatouille , puede ser una caricatura, pero no es ninguna exageración. El olfato de estos roedores es tan fino que puede salvar vidas humanas, y lo está haciendo en África.
Niko Mushi, habitante de la zona del monte Kilimanjaro, en Tanzania, ha estado trabajando con ratas gigantes africanas por casi siete años. Como todos en su pueblo, las odiaba, pero ahora disfruta su compañía. “Son como mis amigos”, dice, pero acepta que fue escéptico cuando el hombre que concibió la idea de HeroRats (Ratas héroes) le dijo que estos roedores podían oler artillería .
“Pensé que tal vez estaba bromeando. Me sorprendió que las ratas pudieran hacer algo así”. Mushi estaba aterrorizado cuando se llevó por primera vez a uno sus protegidos roedores a un campo minado de Mozambique.
Había escuchado decenas de historias de accidentes con minas terrestres , la mayoría de las cuales son restos de la guerra civil de Mozambique, que terminó en 1992. Mushi no quedó alentado por los esqueletos de algunos civiles y soldados que habían tomado desafortunados pasos en ese campo antes que él.
Pero su rata encontró 16 minas terrestres ese día.
“No somos buenos amigos de estas criaturas”, dijo Mushi de sus compatriotas, “pero después de que la gente vea el trabajo que están haciendo, cambiarán su posición”.
El prejuicio contra las ratas está en “lo profundo de la psique” y sus raíces están en la Edad Media, cuando los roedores transmitían enfermedades , dijo Weetjens, creador del proyecto de HeroRats.
Varios miembros de la familia Weetjens habían trabajado en África, y Weetjens sentía un compromiso con ese continente. En la primavera de 1995, estaba analizando la epidemia de minas terrestres en el mundo (una causa dada a conocer por la entonces princesa británica, Diana de Gales) cuando encontró una investigación que hacía referencia a las ratas.
Los científicos estaban estudiando el uso de jerbos en la detección de minas antipersona, usando un sistema de electrodos cerebrales que Weetjens consideró insostenible. Él quería una solución local que pudiera darle poder de acción a las comunidades.
Los especialistas son reacios a dar estadísticas sobre la cantidad de minas terrestres en África, pero se sabe que en algunos países hay millones.
La Campaña Internacional para la Prohibición de Minas Anti-persona publica que las minas terrestres y dispositivos similares fueron responsables por 73,576 muertes de 1999 a 2009.
La muerte y las heridas (miles de personas han perdido extremidades de su cuerpo) son sólo dos ramificaciones de los aparatos enterrados, dice el experto en minas Havard Bach, ex miembro del Centro Humanitario de Desminado de Ginebra. “Una mina en un área es suficiente para evitar que toda una población se acerque por ahí”.
En una tierra donde los recursos son escasos, Weetjens siente que las ratas son apropiadas para hacer la tarea, pero tuvo que aguantar que las personas se rieran de su plan.
“Sólo pensé que era una idea extraña”, dijo Bach. “Tú te encuentras con muchas ideas tontas que nunca resultan en nada cuando trabajas en esta industria”.
Con estudios se mostraron las ventajas de las ratas.
Su sentido del olfato es magnífico. Son nativas de África, así que las enfermedades tropicales no son un problema, y casi nunca pesan más de los 3 kilogramos que podrían activar una mina, dijo Bach. También ayuda el hecho de que las ratas no se relacionan afectivamente con los entrenadores ni son propensas al aburrimiento, como los perros”, dijo.
“Si las comparas con detectores caninos de minas, es prácticamente lo mismo en términos de sensibilidad y capacidad”, dijo Bach, señalando que los perros están mejor equipados a trabajar en matorrales o pasto alto que pueden llegar a ocultar a las ratas.
“Las ratas no van a superar a los perros en esta industria, pero son un complemento muy positivo”, agregó. “Se podría decir que trabajan por muy poco”.
Es cierto, dijo Weetjens, pues el costo es especialmente una ventaja en África. Se necesita poca destreza y sólo de seis a ocho meses para entrenar a una rata, o un año para las ratas “lentas” porque “algunas son más inteligentes que otras”, dijo Mushi, que entrena a 14 ratas.
El costo de entrenar a una rata es de 7,700 dólares, casi un tercio de lo que cuesta entrenar a un perro. Mientras que los perros necesitan instalaciones extensas para perros y un cuidado veterinario constante por los climas africanos, las ratas sólo necesitan ser vistas por un veterinario una vez a la semana y son mucho más fáciles de transportar que los perros, dijo Weetjens.
El entrenamiento empieza con la socialización cuando las ratas tienen 4 semanas de nacidas porque “es muy importante que aprendan que los hombres son amigos”, dijo Weetjens.
Un sistema de condicionamiento pavloviano es el siguiente paso. Los entrenadores enseñan a los roedores a asociar el sonido de clic con algo sabroso: una banana o cacahuates. Lo mismo es usado para enseñarles cómo señalar cuando encuentran una mina y cómo detectar el olor de dinamita.
La fase final antes de ser enviadas a Mozambique implica varias pruebas en los campos minados artificiales, algunos de los cuales tienen minas activas.
Establecer un régimen es difícil. Al principio, las ratas lo hacían muy bien en los entrenamientos, lo que hizo sospechar a Weetjens. Resultó que estos roedores estaban engañando a los humanos.
“Sabían qué muestras habían sido tocadas por los entrenadores”, dijo. “Tuvimos que ser muy cuidadosos para no dar indicios que pudieran ayudar al animal a darse cuenta cuáles eran las muestras con recompensa”.
No ha sido fácil convencer a la comunidad internacional de que las ratas detectoras de minas son viables, pero HeroRats ya es patrocinado por individuos a través del programa Adopte una rata.
En 2008 y 2009, alrededor de 30 ratas acreditadas como HeroRats, recorrieron más de un millón de metros cuadrados en Mozambique, descubriendo casi 400 minas y otra artillería. La ONU dice que 9.6 millones de metros cuadrados aún debían ser registrados.
Bach dijo que se está considerando llevar a estas ratas a otras naciones afectadas por la guerra, como Angola y República Democrática del Congo. También, los roedores de HeroRats están siendo usados para detectar tuberculosis, y se trabaja actualmente en aplicar sus técnicas para identificar fugas de gas, narcóticos, comida contaminada y personas atrapadas en escombros.