Una subasta suiza tienta a los compradores con relojes eróticos
Coleccionistas sin prejuicios que buscan un pieza de colección inusual pueden querer apoderarse de un extraño surtido de relojes eróticos que se va a subastar este fin de semana en Suiza.
Una importante colección privada de 33 relojes de los siglos XVIII y XIX que exhiben escenas picantes se pondrá a la venta el domingo en Antiquorum, una casa de subastas con sede en Ginebra especializada en relojes.
Entre las piezas más destacadas sacadas a subasta está un raro reloj de principios de siglo XIX de 18 quilates del artesano ginebrino Henry Capt, que se espera que alcance entre 70,000 y 90,000 dólares con dos autómatas, uno en la parte frontal que representa un idilio de palomas y músicos y otro oculto que muestra a una pareja en un amoroso abrazo.
Los compradores con 20,000 o 30,000 dólares para gastar podrían sentirse tentados por un reloj dorado, muy raro y en forma de corazón, hecho por el relojero londinense James Cox alrededor de 1780. Tiene dos pinturas ocultas que incluyen una dama espiando en secreto a dos amantes medio desnudos en una posición indiscreta.
Los relojes, principalmente hechos a mano en Suiza, forman parte de una colección más amplia de más de 700 objetos eróticos cuidadosamente reunidos durante 25 años, incluidos bastones, estatuas y objetos de marfil diseñados para la estimulación erótica, dijo el director de Antiquorum, Etienne Lemenager, a Reuters.
El propietario de la colección, un septuagenario suizo que quiere permanecer en el anonimato, tiene pensado vender las piezas restantes en otra subasta en Francia este año, ya que nadie de su familia está interesado en seguir con su trabajo, dijo Lemenager.
"Le gustaba coleccionar y ahora está disfrutando de la venta porque ha estado colaborando con nosotros haciendo el catálogo y feliz de poder hacer observaciones sobre algunos de los relojes de bolsillo", dijo Lemenager, añadiendo que preparar la venta ha sido muy divertido.
La fabricación de relojes con motivos explícitos, a menudo ocultos a la vista inmediata, comenzó en el siglo XVII para el mercado chino, con los relojes más lujosos creados para el emperador y su séquito.
En el siglo XVIII los relojeros introdujeron el interés por el ritmo mediante la incorporación de pequeños autómatas a las escenas eróticas y los relojes que contienen escenas libertinas se hicieron para el Lejano Oriente, seguido por la India y más recientemente para Oriente Medio.