Agregar patrones y textura en jardines es de las tendencias más marcadas este 2020, y seguirá siendo el próximo año. De acuerdo con Jane Brockbank Gardens, galardonado estudio de diseño de paisajes, con sede en Londres, el minimalismo está perdiendo fuerza, lo cual afecta también al diseño de las áreas exteriores.
El despacho sugiere crear jardines con zonas verdes, difuminadas con otros materiales sólidos como la grava, que crea una bella transición.
Para la paisajista británica Tracy McQue, la tendencia en jardines también se centrará en la reutilización de materiales existentes y el reciclaje de materiales de jardín. Así que los patios y jardines de grava, son una alternativa para embellecer sin pretensiones.
Por su parte, Stefano Agati, business development en IHO Espacios, refiere que los materiales utilizados en mobiliario outdoor deben ser cálidos, resistentes, duraderos y funcionales, que logren resistir por más de 10 años ambientes muy soleados con vientos fuertes, lluvias y nevadas.
Atemporal y flexible
La grava ha ido ganando terreno en los jardines, a medida que los propietarios comienzan a reconocer sus beneficios. Dentro de sus ventajas están:
Costos
En comparación con otros materiales para exteriores, la grava es económica y se presta para una fácil instalación, incluso por cuenta propia.
Drenaje natural
La grava puede ayudar a prevenir la erosión y mejorar el drenaje, porque el agua no se escurre por la superficie, sino que penetra directamente en el suelo. Por esta razón, no es necesario nivelar un patio de grava en una ligera pendiente, como es el caso de otros materiales, como el adoquín.
Para todos los estilos de diseño
La disponibilidad de grava y la variación en sus tamaños y formas difiere según el área de donde proviene, permite tener diversidad para que vaya de la mano con el resto del interiorismo del lugar.
Fomenta la creatividad
Debido a su pequeño tamaño, se puede mezclar con otras piedras y material de grava para agregar al diseño de paisaje.
Previene el crecimiento de malezas
Cuando la grava se coloca al menos a 10 centímetros de espesor del suelo, las malezas no podrán crecer fuera de la grava. No se ensucia, es decir, si llueve, a diferencia de otros materiales, no se enlodará.
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