La selección mexicana de futbol tiene su propio reloj, diseñado por la firma suiza Hublot, a un precio de 14,000 dólares. Los 250 ejemplares de esta edición limitada ya fueron vendidos.
México es el “mejor mercado del mundo, aunque no el más grande” para Hublot, dice su presidente, Jean Claude Biver, porque es donde la marca es más reconocida y utilizada por grandes empresarios, entre ellos, según él, Carlos Slim y Emilio Azcárraga, además de algunos políticos, cuyos nombres prefiere mantener en secreto. El país representa 8% del total de ventas de Hublot, marca cuyos principales mercados son Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos y Japón.
La selección mexicana es la segunda, después de la suiza, que tiene un reloj diseñado por Hublot. En la presentación del reloj se le entregó uno al presidente de la Federación Mexicana, Justino Compeán, y otro a su director técnico, Hugo Sánchez.
Biver encabezó hace tres años una revolución dentro de Hublot, la compañía fundada en l980 por Carlo Crocco, que se había distinguido de las demás por incorporar la primera banda de caucho en los relojes de pulso, una tendencia adoptada después por otras marcas relojeras.
Cuando Biver se hizo cargo de Hublot, la compañía vendía alrededor de 3,000 relojes al año, ahora vende más de 20,000. “En 2004 comprábamos 45 kilos de oro al año y ahora compramos más de 1,200 kilos”, dice Biver. En 2004 la compañía tuvo pérdidas de 3 millones de dólares y este año tendrá ganancias por 24 millones.