Lorena Ochoa siempre soñó con ser golfista profesional. Tanto dormida como despierta, la tapatía fantaseaba ganando grandes torneos, convirtiéndose en la mejor jugadora del mundo.
Pero ni en sus sueños más desatados, ni cuando practicaba todo el día en el club de su natal Guadalajara, Lorena imaginó un año como el que tuvo en la gira 2007 de la Asociación Femenil de Golfistas Profesionales (LPGA, por su sigla en inglés).
Sin una rival de jerarquía que pusiera su ascenso en entredicho, ante la decadencia de la sueca Annika Sorenstam, Ochoa se convirtió en la número uno del ranking mundial y ganó ese primer Major de su carrera que tanto se le había negado.
En una temporada para la historia, Lorena lideró casi todos los departamentos en su quinto año en la LPGA. Al menos, los más importantes. Impuso nuevo récord en la lista de ganancias con ingresos por 4,364,994 dólares y fue la máxima ganadora con ocho títulos.
Convertida en "el Real Madrid" de la LPGA, la golfista tapatía jugó 25 torneos y en 21 de ellos terminó en las primeras 10 posiciones. Su mejor momento fue en agosto, cuando logró tres victorias consecutivas, empezando por el Abierto Británico, último Major de la temporada.