La FIFA anunció el miércoles que aumentará a 3,000 metros sobre el nivel del mar el límite de altitud para la disputa de partidos internacionales.
El Comité Ejecutivo de la FIFA había determinado en mayo una prohibición con efecto inmediato de disputar encuentros en zonas ubicadas a más de 2,500 metros sobre el nivel del mar, con el argumento de que es perjudicial para la salud de los futbolistas y que otorga ventajas deportivas al equipo local.
La decisión disparó críticas de varios países de Sudamérica como Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia.