¿Por qué ya no hay nuevos juguetes?
Esta Navidad, el pasillo de los juguetes estará mucho más tranquilo. De nuevo, parece que no hemos tenido un juguete navideño ‘que debas tener' desde que el Furby llegó a las tiendas en 1998. Las criaturas afelpadas tipo lechuza generaron un frenesí de compras, consiguiendo más de 40 millones de ventas durante sus primeros tres años.
El Furby se sigue vendiendo bastante bien hoy; no es que los niños ya no estén interesados en los juguetes. Es que los juguetes son simplemente aburridos, dicen los analistas.
La tambaleante economía tras la Gran Recesión ha frustrado las innovaciones en la fabricación de juguetes . En vez de ello, los mayores fabricantes de juguetes han apostado por lo seguro, aferrándose a los clásicos que fueron éxitos cuando los adultos de hoy eran niños.
Piensa en el clásico horno Easy Bake de Hasbro de la década de 1960 que fue relanzado en 2007; Mi Pequeño Pony, que debutó en 1983, fue relanzado dos veces en 2003 y 2010. ¿Y recuerdas al Señor Cara de Papa? La papa de plástico para hacer combinaciones fue grande en la década de 1950 y sigue vendiendo millones actualmente.
La estrategia ha mantenido a flote a los fabricantes de juguetes, pero no ha ayudado a impulsar mucho las ventas minoristas en Estados Unidos. Este año, se prevé que las ventas tengan su peor momento en más de 30 años, dice Gerrick Johnson, analista de juguetes de BMO Capital Markets.
Esto tiene menos que ver con una economía incierta y más con un período de sequía de ideas en la industria del juguete. Las ventas fueron fuertes durante la Gran Recesión, a medida que los padres sustituían grandes placeres como viajes a Disney con pequeñas compras como juguetes .
Ésa es una de las razones por las que las mascotas Zhu Zhu -hámsters robóticos fabricados por Cepia que se venden por menos de 10 dólares cada uno- fueron una moda pasajera entre los juguetes navideños en 2009.
Por el momento, lo más parecido a un éxito de ventas son las Teenage Mutant Ninja Turtles fabricadas por Playmates Inc, un grupo de reptiles que luchan contra el crimen, que se volvió popular primero en la década de 1980 y de nuevo en la década de 1990.
Y también Doc McStuffins, nacido de una serie animada de televisión para preescolares del canal Disney Junior Channel. Pero el alboroto no se ha acercado a la locura que las muñecas Cabbage Patch generaron en la década de 1980 o Elmo Cosquillas a finales de 1990.
Desde el año pasado, las ventas minoristas de juguetes en Estados Unidos han decaído. Generaron 21,200 millones de dólares en 2011, una baja de 2% desde los 21,700 millones de dólares del año anterior, según la firma de investigación NPD Group.
La disminución ha continuado, con una caída en las ventas durante el verano de 6%, en comparación con el año anterior, dice Johnson. Él pronostica que las ventas durante el cuarto trimestre, en medio de la temporada de compras navideñas, serán 2% más bajas. Lo que significa que se prevé un descenso del 3.5% para las ventas totales de 2012.
"Justo ahora es probablemente el peor momento para los fabricantes de juguetes", dice.
Sin duda, la industria ha tenido que competir con los juegos de computadora, videojuegos de dispositivos móviles y artículos similares. Sin embargo, esto ha estado sucediendo durante los últimos diez años. No explica el último desplome, dice Johnson.
Toma como ejemplo la locura por los Pokemon en la década de 1990. Empezó como un par de videojuegos de rol interligados para Game Boy, que se expandieron en todo tipo de productos, desde tarjetas de colección hasta juguetes de peluche y libros.
A los fabricantes de juguetes les toma entre 18 meses y dos años llevar un producto a las tiendas. A medida que la economía mejora, también lo hará el mercado de los juguetes el próximo año, predice Johnson. Valdrá la pena esperar para ver qué lanzamientos tendrán próximamente.