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Autos ‘conectados’, reto para el diseño

La llegada de los vehículos digitales y en línea obligará a reinventar los métodos de fabricación; el auto debe dejar atrás las interfaces simples y ser visto como una plataforma de descubrimiento.
jue 15 agosto 2013 06:00 AM
El vehículo funciona como una computadora personal que permite a los conductores conectarse con los concesionarios y otras personas con un toque con los dedos en un panel en la puerta. (Foto: AP)
toyota futuro (Foto: AP)

La idea visionaria de Henry Ford de la línea de ensamblaje en movimiento impulsó una revolución en la fabricación de automóviles. Con una línea de producción de cinta transportadora, en 1913 se redujo el tiempo necesario para montar un Ford Modelo T de 12 horas y 30 minutos a sólo una hora y 33 minutos, al año siguiente.

Cien años después la industria del automóvil tiene otra idea revolucionaria para transformar la producción y el diseño para una era digital. Al igual que las industrias del cuidado de la salud y de la banca, la industria automotriz tiene que reinventar su estructura fundamental con el fin de adaptarse a las necesidades de una nueva generación de conductores y pasajeros ultraconectados.

Sin rediseñar los fundamentos del auto -como el proyecto de autos sin conductor de Google, o las fantasías de coches voladores -, necesitamos un paradigma totalmente nuevo en la fabricación de automóviles.

En este momento, el comportamiento de los pasajeros conectados es algo que ha sido contemplado tardíamente.

Con el fin dar paso al automóvil conectado, necesitamos replantear nuestra forma de pensar acerca de lo que un auto es capaz de hacer. Esto podría significar imaginarlo principalmente como un espacio digital, y no sólo como un medio de transporte. He aquí cómo:

Integrar el hardware con el software

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Los fabricantes de autos han tenido dificultades para ir más allá de la idea de que los consumidores quieren una experiencia smartphone en el coche, pero esta visión ha provocado que las experiencias digitales en el auto, como los tableros con pantalla táctil, luzcan burdas, y sean adiciones tipo Frankenstein a un diseño analógico que ha sido pulido a lo largo de las décadas. Los fabricantes podrían aprender de otras industrias que se han topado con problemas similares.

Los usuarios de televisores inteligentes han quedado muy frustrados con una cuadrícula de aplicaciones excesivamente complicada que imita la interfaz de sus smartphones. Cuando tratan de relajarse, no quieren pasar a través de varias pantallas para poder disfrutar de un programa.

En un auto verdaderamente conectado, los usuarios querrán una integración perfecta, sin tener que pensar demasiado en ello. Poder tocar y maniobrar físicamente las perillas y los botones, en lugar de distraerse con un complejo tablero digital de instrumentos. Después de todo, tienen que enfocarse en la experiencia primaria: la conducción.

En la actualidad, estas experiencias digitales son conectadas a un diseño ya existente del coche, casi como accesorios. Imagínate si los creadores de teléfonos inteligentes se enfocaran en el hardware en lugar del software y enfocan toda su energía en la carcasa. Para crear un automóvil verdaderamente bien conectado, estas características deben tener prioridad en un sistema interactivo integral en el que el hardware del coche sea diseñado en torno al software.

Cuando la navegación se une con la recomendación

Si tuviéramos que diseñar desde adentro hacia afuera, colocar el diseño de los servicios en el corazón de la producción automotriz, podríamos crear mejores soluciones, más integradas que se adapten a las necesidades de las personas.

Un componente crucial del auto conectado es la navegación inteligente . Uno de los tres principales participantes mundiales en la búsqueda de rutas y mapas inteligentes es Nokia Here. La compañía no sólo proporciona plataformas de mapas para participantes tecnológicos clave, como el Kindle Fire de Amazon, Facebook y Bing Maps de Microsoft, sino que está detrás de la mayoría de los sistemas de navegación integrados al auto. A través de nuestro trabajo con Nokia Here, hemos encontrado que la gente quiere obtener más de sus mapas además de navegación básica e indicadores de tráfico.

Encontrar rutas es sólo la base que será reforzada mediante el servicio inteligente. La gente quiere profundizar cada vez más en la exploración del lugar que están recorriendo. Ellos quieren que la información social y de servicio se superponga y complemente la pantalla de navegación. Por ejemplo, recomendaciones culturales, información logística, descuentos en una tienda cercana, o la recomendación de un local de un nuevo lugar.

Estamos viendo más de esto en el sector de las aplicaciones con productos como Field Trip de Google que utiliza servicios de localización proactivos y, por supuesto, Foursquare que utiliza sus amplios puntos de referencia para hacer recomendaciones inteligentes.

La gente quiere una experiencia perfecta que no la distraiga de su conducción. Un desafío en el diseño de servicios clave es equilibrar la tensión entre la sobrecarga de datos y los servicios inteligentes, con el fin de añadir información significativa para los viajeros.

El auto como ubicación móvil

El estadounidense promedio pasa más de 90 minutos en el coche cada día. ¿Y si en lugar de ser una interrupción, el trayecto de una persona pudiera ser productivo? El futurista Stephen P. Johnson imaginó al auto como una serie de "ideas absurdas" de nuevos espacios: rincones para desayunar, armarios, gimnasios, e incluso como un espacio de trabajo especializado. Aunque estas ideas son caricaturescas y bromistas, imaginar el coche como algo más que un medio de transporte no es descabellado. Para transformar el coche en este nuevo espacio, necesita ser capaz de continuar perfectamente el trabajo o entretenimiento que estamos realizando en nuestras tablets y smartphones.

En este momento, cuando entramos y salimos de nuestros coches, nuestras conversaciones o los contenidos que escuchamos en nuestros teléfonos inteligentes son interrumpidos al tener que conectar y reconectar los dispositivos de comunicación. ¿Qué pasaría si la actividad pudiera continuar sin problemas en las bocinas de nuestro coche sin ocupar las manos o distraer la mirada de la carretera?

Más allá de la ventaja del piloto en esta experiencia sin interrupciones, los pasajeros también podrían beneficiarse. Una idea potencial es que todo el espacio de superficie dentro del coche pudiera ser reinventado, más allá de la ubicación habitual de las pantallas, en la parte trasera de los asientos. ¿Qué pasaría si las ventanas del asiento trasero se convirtieran en superficies para la actividad basada en el juego? ¿O si un vidrio de realidad aumentada tipo Google Glass permitiera a los pasajeros explorar y entender los paisajes en nuevas dimensiones?

Esto podría tener implicaciones importantes para la educación, ya que un coche podría ser transformado en un aula interactiva o en un espacio de formación. Un estudiante podría aprender sobre el lugar que atraviesa, mirar la geografía desde una perspectiva histórica o social. Imagínate ver los precios en los escaparates mientras pasas por el barrio comercial de una ciudad o buscar un restaurante preferido, todo desde el asiento trasero del coche.

Ecologismo automatizado

El futuro del automóvil conectado significa más que estar digitalmente en línea. El vehículo del futuro también debe estar consciente conectado a su impacto ambiental y social. En este sentido, los fabricantes de vehículos podrían seguir el ejemplo de aplicaciones para conducir como Automatic.

La aplicación y dispositivo de hardware Automatic, que es similar a las apps de bienestar físico como Jawbone y Fitbit, lleva un registro de cuánto combustible estás gastando con base en tu velocidad y otros comportamientos de conducción para que puedas tomar decisiones que ahorren en combustible, y en última instancia, sean más amigables con el medio ambiente cuando conduces.

Hacer un seguimiento de la conducta de conducción también puede tener otros beneficios. State Farm y Ford se unieron para registrar el comportamiento de los conductores a través de un sensor. Después de recoger y revisar estos datos, State Farm puede disminuir el costo de tu seguro de auto si ve que estás conduciendo con seguridad.

¿Cuándo llegará el futuro?

Si queremos entregar las llaves del coche del futuro a las masas, hay que eliminar la brecha digital en el proceso de fabricación y luego avanzar más allá de los supuestos de que una interfaz de teléfono inteligente es la mejor solución digital para los autos. El auto debe ser visto como una plataforma en la que la productividad, el intercambio de conocimientos, el descubrimiento y la exploración sean mejorados a través de un diseño intuitivo y sin fisuras. Para lograr eso, la industria automotriz debe reinventar el proceso de fabricación desde la perspectiva del auto de consumo conectado.

*El autor cofundó Fjord en 2001 y desde entonces ha liderado la compañía para convertirse en una de las consultorías de diseño de servicios más exitosas del mundo, con clientes como BBC, Citibank, ESPN, Flickr, Foursquare, la Facultad de Medicina de Harvard, Nokia, y Qualcomm, entre otros. Olof tiene años de experiencia en la colaboración con las principales marcas para diseñar experiencias innovadoras que hacen sencillos y elegantes a los sistemas complejos. Es un orador frecuente en conferencias y eventos mundiales, sus recientes apariciones incluyen Brainstorm Tech 2012 de Fortune, GigaOm Mobilize y Rutberg Future: Mobile.

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