Riley Ben King, “El Rey del Blues”, definió y defendió al género a nivel mundial con un récord de más de 50 álbumes grabados y cerca de 250 giras de conciertos por año.
El músico falleció este jueves a los 89 años de edad en Las Vegas, Nevada, luego de haber sido hospitalizado a causa de una deshidratación, según informó su
.El maestro de la guitarra recibió el sobrenombre de “the Beale Street Blues Boy” –que después fue acortado a “B.B.”– al tocar recurrentemente en la calle Beale, en Memphis, para ganar unos dólares, según la biografía publicada en
King firmó su primer contrato musical en 1949 con la compañía Kent/RPM/Modern, que lo acogió por 12 años y lanzó algunos de sus éxitos más grandes como "You Know I Love You”, "Woke Up This Morning" y "Three O'Clock Blues".
Este fue el primer salto hacia una carrera que atesora cerca de 15 premios Grammy, giras con más de 300 conciertos al año, un lugar en el Salón de la
, y una fortuna estimada en 30 millones de dólares (mdd), de acuerdo con cifras del sitio sobre celebridades The Richest.Eric Clapton, Elton John, Ringo Starr, U2 y Sheryl Crow son algunos de los renombrados músicos que compartieron la pasión por el Blues de B.B. King en el escenario y en el estudio de grabación.
La marca de un “Rey”
Tras forjar fortuna con su talento para tocar la guitarra, componer y cantar, Riley decidió invertir y fundar su propio sello discográfico llamado Blues Boys Kingdom, con sede en la calle Beale, en Memphis.
Su famosa
, que recibió su mote tras ser rescatada por el músico en un incendio provocado por una disputa entre dos hombres, quienes peleaban la atención de una mujer con ese nombre, tiene una línea en su honor de estos instrumentos con el fabricante Gibson.De acuerdo con la página oficial de la firma, la versión más reciente de la línea “Lucille” tiene un precio de 4,199 dólares.
La vida de B.B. King también fue material para un documental que reunió a grandes estrellas como Carlos Santana. El sitio oficial del “Rey del Blues” señala que más de 52 millones de hogares en Estados Unidos han solicitado el material cinematográfico a través de pago por evento.